viernes, 8 de octubre de 2010
Duvergé una ciudad que pese al olvido del gobierno se levanta como Lázaro y traza su propio destino.
Se observa una vista panoramica de la loma de Caquén,el balneareo la Zurza y el Parque Central de Duvergé.
Duvergé, es un municipio que pertenece a la provincia Independencia y está ubicado en el valle de Neyba y la sierra de Bahoruco, a 60 kilómetros de Barahona y más o menos a unos 232 de Santo Domingo, tiene aproximadamente 13 mil habitantes y está en el circuito turístico del lago Enriquillo, que es el más grande de las Antillas.
Sus atractivos culturales y turísticos se cuentan por montones. Ahí están los diferentes balnearios azufrados, el rio Las Damas, la neverita en Puerto Escondido, la piscina de las Baitoas, el balneario de Pallio, el cachón de guayabalito, los cocos, la tina, además cientos de miradores desde donde se puede observar con facilidad diferentes vistas panorámicas tanto del pueblo como del lago Enriquillo y las comunidades que conforman el municipio.
En el aspecto cultural cuenta con el cerro de Caquén hacia donde los feligreses a manera de viacrucis se dirigen todos las Semana Santa o Mayor, también se celebran romerías y fiestas de palo, así como sus fiestas patronales que empiezan los 16 de Julio de cada año. Existen además cientos de refranes que son pasados entre sus habitantes de generación a generación.
Anteriormente se le llamaba Las Damas, debido a que en las refriegas que se producían como consecuencia de las luchas intestinas, entre los partidarios de los diferentes caciques regionales, los combatientes cuando terminaban de pelear, se retiraban a donde habían dejado a sus mujeres protegidas y entonces decían, vamos para donde nuestras Damas, por eso el antiguo nombre.
Como pueblo es uno de los más educados y de los que más han dado profesionales a nuestra nación, pero lamentablemente carece de organizaciones en los diferentes ordenes que tracen la ruta del progreso y bienestar. Por eso su letargo y postergación de las infraestructuras y proyectos de desarrollo que demanda para poder integrarse al proceso de desarrollo, es decir su base económica es débil, pero de igual forma, lo es su estructura organizativa que de hecho no existe.
Es un pueblo religioso con creencias y costumbres centenarias, como: las creencias en los vacá, la brujería, y la santería.
Se estima que es uno de los pueblos que menos analfabetos posee de todos cuantos existen en la República Dominicana. Sus profesionales y altos militares se han destacado en toda la geografía nacional, logrando muchos de ellos, ascender hasta posiciones tanto el tren burocrático del Estado como en el sector privado.
Hoy producto de la naturaleza, su agricultura es débil, ya que el Lago Enriquillo se ha hecho cargo de todas sus tierras arrasando todos los cultivos que se producían y también con la ganadería, que era en realidad, el verdadero sostén y mantenimiento de sus habitantes.
Hasta el momento se le considera una comunidad de gente pobre que depende del sector público, ya sea del Magisterio, el Ejercito Nacional, el contrabando con Haití y también de la agricultura que se trabaja en pequeñas proporciones, ya que es básicamente de autoconsumo.
Es necesario ahora que la Provincia de Pedernales se convertirá en el destino turístico más importante del Caribe, que sus profesionales y todo aquel que esté preocupado por la integridad y el progreso de la misma que nos sentemos todos y orquestemos un plan de desarrollo a largo plazo, en la que se tome en cuenta los factores que impiden y retrasan el progreso y bienestar de la población damera. Debemos pues en lo inmediato, tomar las riendas en nuestras manos y contabilizar los diferentes atractivos turísticos, históricos, cultuales, así como también crear la base para que no se construya de manera desordenada, que se mejoren los tramos carreteras y que se habilite la carretera Puerto Escondido a Pedernales, además que haya hoteles con mejores condiciones, restaurantes modernos y construcciones turísticas acorde con las normativas arquitectónica demanda la región.
Una cosa si hay que decir sin titubeos y es que a la hora de elaborar un Plan de Desarrollo, dejemos atrás los criterios político partidarios y unifiquemonos en relación a lo que hace falta, que son muchas cosas en realidad. Hace falta por ejemplo que se construyan muelles en el lago Enriquíllo para intercambiar con los demás pueblos de la provincia, hacen falta botes y yolas, miradores en las montañas, Parques ambientales y organizar la pesca y trazar el marco jurídico con las tierras que no son del Estado para evitar litis juridíca.
De ser así, el turismo que llegará a Pedernales podría hacer de Duvergé una ciudad dinámica, emprendedora y con los recursos suficientes que necesita la gente para vivir dignamente.
Autor Francis Pérez
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