VIENA (Agencias).— La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que forma parte del sistema de Naciones Unidas, informó ayer de que Irán ha producido hasta ahora unos 2 mil 800 kilos de uranio poco enriquecido —mil kilos más que en noviembre pasado—, cantidad que los expertos consideran suficiente para fabricar entre dos y tres bombas nucleares.
En su más reciente informe técnico sobre Irán la agencia nuclear de la ONU reitera su preocupación por las posibles dimensiones militares del programa atómico iraní, bajo inspección internacional desde hace siete años.
El documento restringido agrega que Irán sigue violando todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Junta de Gobernadores de la agencia atómica.
La AIEA expresó además su preocupación por las objeciones de Teherán al ingreso de algunos inspectores.
La Casa Blanca dijo el lunes que el reporte de la AIEA sobre Irán era “preocupante” e indicó que mostraba que Teherán seguía intentando desarrollar armas nucleares.“El más reciente reporte de la AIEA respecto a Irán nuevamente demuestra que Irán se niega a cumplir con sus obligaciones nucleares internacionales y continúa su esfuerzo por expandir su programa y acercarse a una capacidad de armas nucleares”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Tommy Vietor.
Desde hace años, los órganos máximos de la ONU y de la AIEA exigen que Irán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio, que congele la construcción de un reactor de agua pesada y aplique un régimen especial de inspecciones. El documento llama a Irán, que niega las acusaciones de estar buscando fabricar bombas atómicas, a garantizar que la agencia de la ONU tenga acceso a instalaciones, equipos y personas importantes “sin más demora”, a fin de ayudar en su investigación.
Las potencias occidentales probablemente considerarán los hallazgos del reporte como un respaldo a sus sospechas, que apuntan a que Teherán busca desarrollar bombas atómicas, y como una señal que subraya la necesidad de que el país ingrese a negociaciones serias para controlar su programa nuclear.
“Este es un reporte bastante crucial y parece que las partes llegaron a un punto muerto”, dijo David Albright, jefe del Instituto para la Ciencia y Seguridad Internacional, ubicado en Washington.
Ali Asghar Soltanieh, enviado iraní a la AIEA en Viena, dijo que el reporte “ha dañado la reputación técnica de la agencia”, aunque también aclaró que todas las actividades nucleares del país estaban bajo su “completa supervisión”.
“Los números y estadísticas de las actividades de Irán son señales de los pasos hacia el progreso y éxito de Irán en el campo de la tecnología nuclear”, sostuvo el funcionario iraní, citado por la agencia semi-oficial de noticias iraní Mehr.
Occidente espera que la imposición en junio de sanciones adicionales contra Irán por parte de la ONU, Estados Unidos y Europa persuadan al gobierno de Teherán a ceder y detener su sensible trabajo atómico. Irán ha rechazado esas demandas en reiteradas ocasiones y ha enviado señales confusas sobre su voluntad de negociar con Occidente, ofreciendo conversaciones incondicionales en un plan para intercambiar combustible nuclear y luego fijando términos para cualquier discusión. La disputa internacional de ocho años sobre las actividades atómicas de Teherán podría desatar una carrera armamentista en la región y provocar un conflicto en Oriente Medio.
Pese a todo, el informe constata que Irán no está expandiendo su capacidad de enriquecimiento, ni en su planta de Natanz ni en la nueva de Fordov, en construcción. La planta en Fordov progresa lentamente, y aún no se instaló equipamiento clave, señaló el diplomático.
“Cada vez que los inspectores van allí, hay un par de personas trabajando”, agregó. Se realizaron más avances en la primera planta nuclear iraní en Bushehr, donde el mes pasado comenzó a producirse combustible nuclear.
Profundiza nexos con Bolivia
Irán comenzó a profundizar relaciones diplomáticas con Bolivia con la presentación el lunes de Alizera Ghezili como su primer embajador en La Paz.
El diplomático iraní acudió al Palacio Quemado, sede del gobierno en La Paz, para presentar sus cartas credenciales al presidente boliviano, Evo Morales. La embajada de Irán en La Paz fue abierta en 2008 y estaba siendo atendida por el encargado de negocios, Masoud Edrisi.
Irán y Bolivia profundizaron relaciones con sendos viajes que hizo el mandatario iraní, Mahmoud Ahmadineyad, a La Paz, el último en noviembre de 2009, y una visita del presidente Morales a Teherán en septiembre de 2008.
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