En el caso de Diabetes, muchas personas emplean la cáscara del fruto de una granada madura o semimadura en maceración acuosa. Se lavan minuciosamente las cáscaras y se vierten en un recipiente que contenga un cuarto de litro de agua potable, es decir, 250 mililitros. Se mantiene en reposo por lo menos 60 minutos.
La posología consiste en tomar por lo menos tres vasos o tazas en el día o ingerirla como agua común y realizar convenientemente los análisis o pruebas que llevan a cabo los diabéticos.
Otra opción consiste en preparar una decocción o cocimiento con todo el contenido de una granada (cáscara y semillas incluidas). Se sitúan esas partes en un recipiente que tenga dos litros de agua y se coloca al fuego hasta que por evaporación se reduzca esa cantidad a un litro y medio.
Se filtra o cuela con una tela antiséptica y se ingiere un vaso en ayunas y otro en la noche.
Cecilio Curbelo
No hay comentarios:
Publicar un comentario