El crecimiento que viene sosteniendo en los ultimos tiempos el Lago Enriquillo, constituye un problema social y humano que no solo afecta a esta region Sur, que es la mas pobre del país, sino también al hermano pueblo haitiano, debido a que el Lago Asuey y el Enriquillo van en la dirección de unirse por la parte del municipio de Jimaní. Es más el Lago Asuey ya acaba de arropar las oficinas de Aduanas y parte de la carretera internacional, mientras que el Lago Enriquillo en los últimos meses ha recorrido más de 150 kilometros cuadrado, inundando plantaciones agrícola y acabando con la ganaderia que le daba vida a esos pueblos pobres del la República Dominicana.
Miles de tareas de tierras cultivadas han sido arropadas por las aguas saladas del Lago que lleva el nombre del Cacique Enriquillo en honor a ese adalid de la clase indigena de América.
Hay que recordar que cuando el Lago termine por ocupar las tierras cultivadas aunque se este se retire más luego, esas tierras ya no servirán para nada, puesto que el contenido de sal que arrojan es más amplio que el del mar. Por lo cual, los campesinos no pueden hacer nada para sobrevivir, salvo partir en éxodo hacia otras ciudades en busca de una mejor suerte.
Es hora pues de que las autoridades de turno entiendan que no pueden pasarse el tiempo planificado y prometiendo, sin asumir la construcción de una presa que impida que las aguas del río Yaque del Sur continuen llenando ese gran estanque que viene a ser el Lago Enríquillo.
Es tiempo de realizaciones en favor de los habitantes del Sur Profundo para que puedan vivir sin temor a que pueda surgir unja tragedia de largo alcance que hago desaparecer a esos pueblos en los que conviven dominicanos que también pagan sus impuestos al Estado.
Autor Francis Pérez
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