jueves, 25 de noviembre de 2010

Río lleva tanques a las favelas para una batalla decisiva contra el narcotráfico



BRASIL.- La ciudad, que será una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2014 y acogerá los Juegos Olímpicos de 2016, vive una ola de violencia desde el pasado domingo. Desde entonces, según las últimas cifras oficiales, han ardido 55 vehículos y 30 personas han muerto en la respuesta de la Policía, que ha entrado en 28 favelas en las que se sospecha que se refugian narcotraficantes. En Vila Cruzeiro, las televisiones han mostrado en directo imágenes de la entrada de los policías (unos 350 efectivos, según medios brasileños), de los traficantes armados recorriendo las calles e incluso de la huida de un grupo de criminales a uno de los suburbios vecinos, que ha sido captada desde un helicóptero de la red de televisiones del grupo Globo.

El gobernador del Estado de Río, Sérgio Cabral, ha aparecido a hoy en la televisión para pedir a los cariocas que hagan "su vida normal", sin miedo a la guerra creada por los traficantes de droga, ya que lo que estos desean "es crear el pánico en la ciudad" como demostración de fuerza. A pesar de ello, la zona sur de Río, que es la zona noble y rica donde están ubicadas las famosas playas de Copacabana, Leblón e Ipanema, ha amanecido con poco tránsito de vehículos privados y autobuses medio vacíos.

"Ahora o nunca"

Una de las personalidades de la Policía de Río, Rodrigo Pimentel, ex capitán del BOPE y guionista de los famosos filmes Tropa de Élite y Tropa de Élite 2 -ambas sobre sobre la guerra de las fuerzas del orden contra los traficantes y las milicias que aterrorizan a los ciudadanos de las favelas- ha hecho esta mañana unas declaraciones al portal Terra con esta frase lapidaria: "Río, ahora o nunca más".

Crítico siempre de las autoridades políticas que, según él, no han acertado hasta ahora en la lucha contra el narcotráfico, Pimentel ha confesado que durante los 12 años en que actuó en la Policía de Río fue siempre pesimista: "Me parecía que estábamos enjugando una piedra de hielo", comenta. Ahora, al revés, ha llegado la hora en que si existiese voluntad política -y asegura que esta vez existe- se podría dar paso al optimismo. "Por fin empieza a verse una luz al final del túnel", ha dicho.

Pimentel cree que el camino de pacificar poco a poco las favelas, liberándolas de las garras de los traficantes de droga, es la única solución viable para acabar con esta especie de guerra civil que vive la ciudad. Eso sí, el ex capitán del BOPE advierte que Río se encuentra ante una situación única que no puede dejar pasar. Aunque para ello la ciudad deberá vivir aún cinco o seis días más de pánico, hasta que las fuerzas del orden impongan la normalidad.

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