Moscú, 30 nov (PL) El presidente ruso, Dmitri Medvedev, advirtió hoy sobre el peligro de una nueva carrera armamentista, en caso de fallar las negociaciones para acordar los términos de un escudo antimisil conjunto en Europa.
Tal posibilidad obligará a Rusia a desplegar nuevos medios ofensivos para garantizar su defensa, declaró Medvedev, quien recibió una súbita ovación durante su discurso sobre el estado de la nación ante la Asamblea Federal, realizado en el Palacio del Kremlin.
El jefe de Estado orientó como una de las tareas en materia de defensa la unificación de las fuerzas antiaéreas con las de defensa antimisil en una estructura de un solo mando para coordinar con más eficiencia sus tareas.
Al mismo tiempo, constató que en la modernización y formación de un ejército moderno se crearon en el país cuatro distritos militares en lugar de seis y se aplican cambios estructurales de fondo.
Las fuerzas armadas deben desechar toda actividad fuera de sus tareas de preparación combativa y encargar las laborales colaterales a estructuras civiles, pues los reclutas, que sólo sirven un año, deben concentrar su preparación en aprender el manejo de la técnica militar.
Asimismo, se pronunció por fortalecer el desarrollo de la asociación para la modernización, como ocurre ya con países como Alemania y Francia, mientras se exploran posibilidades con Ucrania, Brasil, la India, China, Finlandia y otras naciones.
La Asociación por la modernización con la Unión Europea (UE) debe incluir un intercambio de tecnología, la eliminación de visado para los rusos y un flujo mutuo de profesionales y académicos.
Tales serán los temas que abordaré la semana próxima en Bruselas en la cumbre Rusia-UE, indicó Medvedev ante diputados, ministros, militares, personalidades religiosas y otros invitados en el Kremlin.
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