Sin necesidad de cansar a los lectores de este medio, habíamos expresado en varias ocasiones que las condiciones electorales estaban dadas para que el PLD ratificara sin dificultad la mayoría de los escaños en las dos cámaras congresuales. También afirmamos reiteradamente que era un hecho inevitable la victoria de Roberto Salcedo y por supuesto, su permanencia al frente del Palacio Municipal, debido al buen desempeño que ha tenido en la Alcaldía, lo que lo colocaba en un sitial casi imposible de superar.
Había que darse cuenta también de que el PLD estaba verdaderamente en condiciones de no dejarse quitar el control de esas instituciones estatales, debido a que estas representan hoy más que nunca la vía más adecuada para enrumbar al país por la camino del progreso. Además, porque es ahí donde se someten los proyectos que el gobierno necesita para proporcionarles a la sociedad las leyes y todo cuanto se necesite para transitar de manera firme hacia un estadio de desarrollo donde las masas populares se sientan orgullosas de vivir con dignidad y decoro.
Por eso el PLD ha logrado 31 senadores, 92 alcaldes hasta el momento y una cantidad apreciable de diputados, que ronda los 105, con lo cual la organización morada no tendrá inconvenientes para impulsar las reformas y proyectos comunitarios que las comunidades demandan.
Ahora no es el momento de estar acusando al partido de gobierno de haber usado el poder para quedarse con el control absoluto del Estado, porque si a eso nos vamos, el PRD tiene un largo prontuario y una gran experiencia en la utilización del dinero del pueblo, de los vehículos de las instituciones públicas y de los recursos de la mayoría de las acaldías que ellos controlan todavía en gran parte del país. Pero tampoco estos se han quedado atrás cuando le ha tocado dirigir el poder congresual. Ahí han demostrado que no tienen pudor ni dignidad para levantar la bandera del respeto a las leyes y garantizar ciertas prerrogativas a sus opositores; todo lo contrario, han utilizado todo el poder no solo para cambiar la Constitución y hacer un traje a su medida, sino además que cuando gobiernan son capaces de irrespetar a los congresistas electos, como sucedió cuando compraron a varios legisladores morados para facilitar la reelección de Hipólito Mejía.
Entonces ¿de que utilización de los recursos del Estado hablan ahora? ¿O es que se olvidan que Hipólito Mejía y sus funcionarios todo lo querían cambiar a papeletazos limpios?.
Tremendo tupé el de esta gente. Pues, después de esta aplastante y humillante derrota sufrida por el PRD, no hay espacio para seguir buscando culpables fuera de esa organización, porque en verdad el verdadero daño lo produjo esa dirección anárquica y dictatorial que impuso y controla el caudillo Miguel Vargas, al designar a candidatos impopulares, al echar a un lado a los viejos robles y al señalar con el dedo a quienes no tenían las condiciones para competir con los candidatos del PLD. Pero además porque estos no fueron capaces de elaborar una estrategia correcta que partiera de la necesidad de reconocer todo lo bueno que ha hecho Leonel en aras de que la nación dominicana se siga ensanchando y conectándose con la modernidad y los nuevos tiempos. Una estrategia incluyente sin maldad y sin resquemores, sin pasión y con propuestas objetivas que la población las asuma y las viera como creíble y sin el estigma que siempre ha tenido el PRD de que todo lo daña, por sus acciones incorrectas y por las hazañas negativas que han cometido en perjuicio de la población.
Ahora nos resta decirles que es muy probable que en los próximos días aquí se comience hablar de la figura constitucional llamada Referéndum, con la que se podría decidir con un Sí o No, las aspiraciones presidenciales de Leonel Fernández, quien ha sido nueva vez el gran triunfador de este certamen electoral, por su integración a los trabajos de su partido y por las predicciones que realizó mucho antes de que llegaran las encuestas y las elecciones.
Solo nos resta decirles al PLD y al Presidente Leonel: felicitaciones por su triunfo en buena forma y por no haber utilizado el famoso colchón de votos del que hablara el otrora líder del PRD José Francisco Peña Gómez.
Francis Pérez-elabejón.blogspot.com
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