¿D e qué le sirve a Miguel Vargas Maldonado y al PRD, decirles a sus bases que en el pasado proceso electoral del 2010, su organización de partido a partido quedó por encima del PLD y que por lo tanto, ellos aparecerán en el recuadro de la casilla número uno de la boleta electoral de las elecciones presidenciales del 2012?
Esto no reviste ninguna importancia, salvo que no sea esperar que el elector se equivoque a la hora de votar por su partido y por cansancio termine haciéndolo por el candidato contrario. Pero en un país donde el elector cada vez más, trata de aprender las técnicas y tecnologías que impone el organismo rector de las elecciones, difícilmente desperdicie su voto y favorezca al contrario, por lo que es improbable que los viejos y nuevos votantes por el simple hecho de una organización estar en el recuadro numero uno, se volcarán a votar por el candidato ubicado en esa casilla.
El dominicano ha aprendido a analizar y valorar estableciendo la diferencia que existe entre un candidato que solo le importa llegar al gobierno, para lucrarse él y los suyos y al que en aras del progreso y el desarrollo, busca llegar al poder para servirles a todos los ciudadanos sin distinción de credo.
No tiene ningún sentido lógico inyectarle a su militancia una medicina que no está elaborada con el objetivo de erradicar el mal que lo ha mantenido postrado y frustrado por años.
Pues hay que recordarles al caudillo del PRD que los partidos políticos desde su origen hasta el día de hoy, no se han formado con la simple intención de aparecer como pose en una determinada recuadro, sino más bien, con el firme y decidido propósito de llegar al poder y desde el, producir las grandes transformaciones en materia económica, social y político. Claro está, que en el trayecto para llegar al poder, se tienen que dar los pasos tácticos a fin de lograr ciertas cuotas de poder, como lo son las instancias congresuales y municipales. Pero al PRD que tiene 70 años en el escenario político, no le luce ir solo en busca de esas posiciones, porque si bien es cierto que son necesarias, no es menos cierto que la población podría estigmatizarla como una institución que solamente asiste a los torneos electorales en busca de escaños en el Congreso y de Alcaldías en los Municipios y que en realidad, no está en capacidad de rebasar el 40 ó 45 por ciento que casi siempre obtiene en las preferencias electorales, cuando la realidad nos dice, que es con un 50 por ciento más un voto que se conquista el poder.
El PRD es un partido que viene operando desde 1939 en el escenario nacional y a saber, solo ha gobernado en cuatro ocasiones, lo que explica que sus tácticas y estrategias han sido elaboradas al margen de la realidad política e histórica del pueblo dominicano. De ahí es que si el PRD se obstina en querer seguir presentándose como el gran ganador de los comicios que acaban de finalizar, allá ellos con su error, pero estarían colocándose de espalda al pueblo, ya que lo que piensa y cree la población, es que estos retrocedieron como un carro sin freno en una pendiente resbaladiza y no como afirma el caudillo Miguel.
Es cierto que el PRD aparecerá en la casilla número uno, como es normal y verdad que ganaron en varias plazas que eran del PLD las cuales tenían una importancia vital, por los recursos y por la cantidad de empleos que generan, como San Cristóbal, Santo Domingo Norte, Haina, entre otras, pero también es cierto que la alianza del Bloque Progresista encabezada por el PLD, apabullaron a las tropas blancas, en lugares controlados por ellos, como La Vega, Azua, Cotuí, Neyba , Samaná etc. No obstante los triunfos del PRD en esas Alcaldías, estos en sus casi 72 años que tienen desde su fundación, solo han llegado en cuatro ocasiones al Palacio presidencial, lo que explica que de nada le ha valido tener el control de estas Alcaldías. Las mismas han sido un tremendo fiasco.
De nada le vale al PRD, aparecer en la casilla número uno, si no se llega al poder. El PRD desde el dos mil, no ha logrado ver a linda y eso crea en su militancia, quiérase o no, ansiedad, disgusto, y una lucha tenaz por el control de esa organización, lo que la imposibilita para competir con su opositor en el gobierno, que desde que se fundó, conserva un crecimiento sostenido hasta llegar al poder y mantenerlo, pese a que en ocasiones de partido a partido ha quedado por debajo de su archi rival, el PRD.
No basta con estar pregonando un triunfo entre comilla, cuando de lo que se trataba en las elecciones pasadas, era la de obtener la mayoría electoral en el Congreso, en las Alcaldías y en los Distritos municipales y ellos, no lo lograron, porque el PLD en realidad, fue una pela lo que le propinó y si no, que hablen los números, por ejemplo en la Cámara de Diputados, el PLD y aliados sacaron 105, mientras que el PRD 73, en el Senado 31 de treinta y dos Senadores. En las municipales el PLD obtuvo 92 alcaldías y 573 regidores y el PRD 57, Directores PLD 140 y el PRD 87. En cuanto a vocales PLD 370 y el PRD 317. ¿Entonces cuál ha sido el supuesto triunfo de ésta gente? No lo veo.
Lo más importante para una organización cuando está luchando por el poder, es saber cuáles son las fuerzas que lo han de llevar a la dirección del Estado y así mismo, ubicarlas y atraerlas para la consecución del fin que se haya tratado el partido. El PLD ha entendido su papel, porque ha sabido sumar sin importar lo que digan los resentidos políticos de estos tiempos, como lo hizo Lenin cuando pactó con Hitler y se montó en el tren militar alemán para estar presente en el inicio del proceso revolucionario de Rusia.
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