miércoles, 21 de julio de 2010

Datanálisis: Chávez cambió campaña para minimizar impopularidad









El director de Datanálisis, Luis Vicente León, explica que en el pasado la estrategia de campaña oficialista estaba basada en el gasto público canalizado a través de las misiones, y en la construcción de una relación utilitaria con la población pero ahora no.




Caracas.- El director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, sostiene que el presidente Hugo Chávez ha cambiado su estrategia clásica de campaña fundamentalmente para "romper una tendencia negativa de su popularidad y minimizar el impacto de los problemas que se han suscitado por la crisis económica".

León explica que en el pasado la estrategia de campaña oficialista estaba basada en el gasto público canalizado a través de las misiones, y en la construcción de una relación utilitaria con la población, también paradójicamente se presentaba una conducta de moderación frente a temas muy sensibles para minimizar el rechazo de los independientes, de los no alineados políticamente.

Buscar culpables

Ahora, según el director de Datanálisis, el Presidente sigue una estrategia de tres dimensiones: una primera dimensión que es la creación de los culpables de los problemas para evitar ser responsabilizado de manera directa, en algunos casos descubriendo los verdaderos culpables y en otros casos creándolos.

Así el mandatario ataca a los productores para acusarlos de acaparamiento, de desabastecimiento, o a los comerciantes para acusarlos de especuladores y por lo tanto atribuirles la inflación. También le echa la culpa a las casas de bolsa por la devaluación.

Minimizar al enemigo

La segunda dimensión de la estrategia es la minimización de los formadores de opinión pública y los canales a través de los cuales podían comunicarse con la población.

En esta dimensión entra el tema de los medios de comunicación privados que el Presidente considera enemigos como es el caso de Globovisión. "Trata de sacarlos del juego o de atemorizarlos de manera que no tengan mucha capacidad de amplificar los mensajes sobre los problemas que le pudieran hacer daño políticamente".

También está el desprestigio sobre formadores de opinión que pudieran convertirse en actores de masa como es el caso del Cardenal Jorge Urosa Savino. "El Cardenal teniendo alto nivel de credibilidad pudiera ser incluso más potente que un líder de oposición en términos de colocar el mensaje sobre los problemas y amplificarlo en la mente de la población", apunta León en entrevista con El Universal.

Revivir el patriotismo

La tercera dimensión se trata del uso de los símbolos que el experto en estudios de opinión pública llama "activos y pasivos".

"Aparte de desviar la atención, de minimizar la comunicación el uso de símbolos tiene que ver con algo concreto para conectarse con la población. La simbología alrededor del Libertador es lo que se llama una simbología activa porque el Presidente las crea y las explota y la población le responde porque hay una alta conexión con Bolívar".

Hay otra simbología pasiva que no es diseñada y elaborada por el Presidente pero las aprovecha como es el caso de Colombia.

"Él no creó el conflicto pero responde y triangula el ataque del presidente colombiano Álvaro Uribe y lo convierte en una amenaza para la población, el país y la soberanía. Es un poco la idea de articularse en defensa de la Patria y articular internamente a sus actores".

Para Luis Vicente León habrá que esperar los resultados de las elecciones parlamentarias del próximo 26 de septiembre para saber si la estrategia oficialista rinde resultados positivos o negativos.

Ocarina Espinoza
EL UNIVERSAL

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