Cuando en junio del 2003 la dominicana Amelia Vega fue elegida Miss Universo, aprovechó una de sus primeras entrevistas para contar lo que se había propuesto desde mucho antes: quería cantar, dedicarse por completo a la música.
Si con sólo 18 años deslumbró al mundo como la Miss Universo más joven, ahora sorprende al debutar como cantante, compositora y productora. Gracias a su tenacidad y esfuerzo, el sueño se le ha hecho realidad con el lanzamiento de su primer sencillo, Pasa un segundito, una de las pistas de Agua dulce, su álbum en preparación, producido por su compañía, Supernova Entertainment, cuya salida se anuncia para finales de agosto.
``Dame un segundito para hablarte de mis sueños,/intentemos nuevamente,/¿por qué tan distantes en este mundo tan pequeño?'', dice Amelia en una parte de esta bachata pop, que según cuenta es una invitación a retomar una relación.
``Es como la puerta que una le abre al amor. Es alguien que tienes ahí, pero al que te vas olvidando de prestarle atención, como a una plantita que dejas de regar, a la que no le estás poniendo caso. Y la canción habla de invitarlo a `que pase un segundito', para reintentarlo, porque sabes que es importante y no quieres perderlo. La compuso Archie Peña, el productor del disco''.
Como Miss Universo, en un solo año Amelia visitó más de 40 países, apareció en las portadas de las revistas más importantes del planeta y fue la imagen principal de las campañas publicitarias de los cosméticos Cover Girl. Al terminar su reinado fue anfitriona de los reality shows Voces de América (Telemundo) y Suegras, trasmitido en Estados Unidos y Latinoamérica. Debutó en el cine como Minerva en The Lost City (2005) dirigida por Andy García, y tuvo una aparición especial como Chanice en Homie Spumoni, en el 2008.
En el 2003 se estableció como empresaria con dos boutiques en Miami, y este año ha sido la anfitriona del reality show de TV Azteca Segunda oportunidad, que tomó el nombre de otro título del disco. ``Es para la gente que se presenta en un concurso, que no gana, pero no se desanima y busca una segunda oportunidad''.
Pero nada ha podido alejarla de su propósito original, que es cantar. Productora, directora y cantante, sonríe cuando se le menciona que es una suerte de mujer orquesta de este disco.
``Me dije que si quería hacer mi disco tenía que hacerlo yo, porque nadie vendría a decirme: `Mira, Amelia, venimos a traerte el disco que quieres grabar'. Y ha sido magnífico, porque me ha dado la libertad de poder hacer lo que quería, esos caprichitos, esos cambios en los arreglos, en la música, o en la letra; jugar y disfrutar ese proceso. Estos 10 años que he esperado para hacer el disco, esto ha sido como un trago de agua dulce.''.
El ser sobrina de Juan Luis Guerra hace pensar que éste tuvo mucho que ver en la producción del disco, pero no es así. ``El no participó como músico'', aclara. ``Realmente, fue como el padre o al tío al que uno llama y le dice: `Hey, tío, revísame esto antes de sacarlo, ¿obvio, no? Archie y yo nos pasamos dos días con él, nos hizo varias sugerencias, un acordeón aquí, una güira allá, una guitarra, varios toquecitos de instrumentos''.
Autora de tres temas en el disco, cuando se le pregunta qué instrumento prefiere para componer lanza una carcajada: ``En mi caso es la voz; las melodías las hago cantando. Me pasa que a veces me estoy bañando, haciendo algo en la casa, lavando los platos, y me llega una melodía y empiezo a tararearla. Entonces me digo ¡Ay, espérate!, busco rápido la grabadora, y luego se la llevo a un amigo''.
Su madre, Patricia Polanco, fue Miss República Dominicana en 1980. Amelia es hija única, y aspira a tener una familia numerosa. ``Quizás por eso uno de mis sueños más grandes es tener una familia de, mínimo, tres niños. Ojalá que Dios me complazca en eso, pero con tantas cosas pasando no será ahora mismo, para eso creo que hay que formar una base. Yo lo veo en un término de unos seis o siete años''. •
albertolsanchez@yahoo.com
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