Que podemos esperar de un gobierno que permite que en las instituciones estatales
se hayan creado y establecido clanes que persiguen, a como dé lugar, concentrar en
sus manos, todas las actividades que envuelvan recursos económicos
, claro está, con el
deliberado propósito de ascender socialmente por medio del tráfico de influencias y de laprevaricación de los fondos públicos.
En este país no existe una sola institución del sector gubernamental en la que los
funcionarios de primer orden no hayan creado una especie de equipo omnipotente
siempre en disposición y capacidad de buscársela como sea, violando el organigrama
direccional y las propias leyes que le dieron origen a la empresa en la que están imbuidos.
A estas lacras no les interesa saber lo que se diga de ellos, ni mucho menos les importa acuántos hijos de machepa le hacen daño quitándoles el sustento de vida con su manerade actual, sino más bien, lo que le atañe es como conseguir dinero y más dinero, aunque
tengan que aplastar con una grúa, a quienes se les crucen por el medio.
Esos nuevos clanes, se han erigido como dueños de todo lo que se mueve y genere recursos en sus instituciones. Todo lo cual, con el respaldo muchas veces de los incumbente que se hacen de la vista gorda, porque saben muy bien que el dinero que
buscan esas camarillas es para dejar caer una gran parte del botín en sus bolsillos y así crear el barril sin fondo que luego será utilizado para comprar con pequeñas migajas a sus propios compañeros de partido. Especialmente en el caso de que el ministro o director decida aspirar a una posición electiva en el aparato estatal o una función determinada en su organización.
Otra de las tantas cosas que estos arribistas y aves rapaces hacen cuando llegan con su caudillo a una institución estatal, es aliarse con los viejos empleados que conocen el manejo y la intríngulis de la Cartera y de los fondos que se mueven en su entorno. Esto desde luego va acompañado de un menosprecio y golpeo de sus propios compañeros de la base que se encuentren en el camino. Esto lo hacen porque su desprecio por ellos es algo que siempre está presente y latente en su interior y porque al mismo tiempo les importa un comino la capacidad y disposición de funcionalidad que los militantes y dirigentes de su partido tengan. Solo les interesa dinero y más dinero, olvidando el empeño y sacrificio de toda una vida que esos compañeritos de abajo han entregado para que los actuales funcionarios que dirigen instituciones públicas permanezcan en esas posiciones.
A estos clanes muchas veces sin preparación académica, les da lo mismo el nivel y formación académica que pueda tener su compañero de organización, por lo cual lo más importante para ellos es aferrarse al amiguismo y al nepotismo así como tener a su lado a una querida para saciar su deseo sexual sin importarles que se joda todo el mundo.
Para lograr sus propósitos malignos, esos mercaderes de la política siempre traen a colación que, “una cosa es el gobierno y otra el partido”. Con esta actitud le trazan la raya de Pizarro e impiden que sus compañeros que están pasando las de Caín y también los puedan obtener cuotas de poder, que de hecho les corresponden por el trabajo que han realizado a favor de su partido.
Pero el trabajo para los clanes y sus jefes no vale nada, por eso solamente buscan a la base como el pavo en navidad.
Es bueno aclarar que la actitud de los clanes en relación a los miembros de PLD, es siempre arrinconarlos y llevarlos a hasta una esquina cualquiera donde nadie lo observe, bajo el argumento de que mientras menos se vean los peledeistas, es mucho mejor para sus propósitos ulteriores.
Es así como empieza toda una estrategia tendente a ubicar las aéreas que con mayor disponibilidad fluyen los recursos que ellos obtendrán inventándose viajes que no sirven para nada, tanto al interior como al exterior, haciendo compras innecesarias, robándose el dinero de las cajas chica, los viáticos, las becas que han sido concebidas para los hijos del pueblo. Además se llevan el combustible, los vehículos para sus casas, compran papeles que muchas veces no sirven para nada, utilizan el dinero concebido para asuntos de carácter social y porque no, tienen el tremendo tupé de conectarse con los famosos contratistas para cobrar peaje. Mientras los compañeritos de la base que se fajaron para llevarlos al poder se mueren de hambre.
Pues, en realidad las pocas instituciones que han puesto los correctivos necesarios para impedir esta práctica perversa e indelicada que impide que el dinero producto de las recaudaciones se destine para ayudar a resolver la miseria y la necesidad en sentido general por la que está pasando la mayoría de los dominicanos pobres, han durado menos que una cucaracha en un gallinero porque de lo que se trata es de saquear las arcas del Estado y la pulcritud es un estorbo en su camino.
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