El Romero, conocido científicamente como Rosmarinus officinalis Linneo, figura como droga oficial en la farmacopea española. Se emplea en infusión, decocción, tintura, maceración alcohólica y su aceite esencial.
La infusión de hojas secas se utiliza para la dispepsia, contra el asma, bronquitis y catarros crónicos. También en pacientes con vómitos y vértigos, contra la amenorrea, en trastornos nerviosos durante el climaterio.
La decocción o cocimiento así como la maceración alcohólica se usa para el llamado reumatismo. Se le atribuyen popularmente propiedades coleréticas, hépatoprotectoras, antiespasmódicas y carminativas. Se recomienda no ingerirlo en altas dosis y nos se recomienda la administración a niños, lactantes y mujeres embarazadas.
Cecilio Curbelo
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