Comienza violento el nuevo año en Guatemala

Escrito por Julio Fumero

Guatemala, 4 dic (PL) El año comenzó nuevamente violento en Guatemala, donde hoy ya se contabiliza más de medio centenar de muertos por esa causa, incluidos los del ataque explosivo aquí en un autobús de pasajeros.

Como es habitual, los festejos por fin de año dejan una secuela trágica en este país, y en el último día de 2010 y dos iniciales de 2011 los informes de varios entes oficiales se refirieron a unos 80 fallecimientos, de los cuales 47 se debieron a actos de violencia.

Disparos de armas de fuego encabezaron los motivos de dichos decesos, con 35, y el resto de los homicidios fueron cometidos con las llamadas blancas y por golpes contundentes propinados, en la mayoría de los casos, por personas que quedan en el anonimato.

La cifra total -aunque lo más probable por debajo de la realidad- se completa con las consecuencias de accidentes de tránsito, ahogados y otros.

Pero lo más preocupante resultó el estallido la víspera de un artefacto explosivo dentro de un ómnibus del transporte público cuando transitaba por una vía capitalina, el cual provocó el incendio del vehículo.

Dentro quedaron atrapados hasta ser calcinados cuatro pasajeros, dos de ellos menores de edad, y posteriormente se contabilizó la quinta víctima mortal entre los más de 10 conducidos a hospitales con severas quemaduras en sus cuerpos.

Versiones de testigos en el lugar del suceso afirmaron que el artefacto fue arrojado desde un auto en el cual viajaban dos hombres y una mujer.

Sin embargo, las autoridades manejan la hipótesis de un paquete contentivo del explosivo dejado ex profeso por alguien dentro del autobús antes de abandonarlo.

Esta fue la primera agresión del año contra el transporte de pasajeros, y segunda en seis meses, en la principal ciudad de Guatemala con un objeto como el utilizado, aún sin identificar plenamente.

Por lo general, y en esa dirección se aventuran algunos, los ataques a esos medios son perpetrados por sicarios contratados por extorsionadores para asesinar o amedrentar a propietarios, choferes y ayudantes negados a pagar las cuotas exigidas.