lunes, 7 de marzo de 2011
Enfrentamientos entre rebeldes y tropas de Gadafi dejan decenas de muertos
TRIPOLI - El régimen de Moamar Gadafi contraatacó a sus opositores este viernes, lanzando una intensa ofensiva en la ciudad más cercana a Trípoli en poder de los rebeldes, así como con una operación en la capital, con gases lacrimógenos y disparos, para acallar las nuevas protestas.
Al menos 37 personas murieron en los enfrentamientos y en una explosión dentro de un depósito de municiones en el oriente de Libia, controlado por los insurgentes.
El derramamiento de sangre representó una intensificación en los esfuerzos de ambos bandos por romper el estancamiento tenso que se vive en Libia desde hace 18 días. Esta crisis ha durado ya más que la revuelta en Egipto, la cual derivó en el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak y formó parte de una oleada de protestas en la región.
Hasta ahora, Gadafi ha tenido poco éxito para recuperar territorio. Varias ciudades rebeldes han repelido los ataques y la mitad oriental del país ha quedado bajo el control de loos rebeldes. Pero las fuerzas de oposición parecían incapaces de hacer que su ofensiva avanzara hacia zonas que apoyan a Gadafi.
En tanto, en Trípoli, el bastión más importante de Gadafi, fuerzas que le son leales han desatado una campaña de terror para garantizar que los manifestantes no se alcen en un número considerable.
El ataque del viernes sobre la ciudad rebelde de Zauiya, unos 50 kilómetros al oeste de Trípoli, pareció el más intenso lanzado por las fuerzas de Gadafi, después de que algunas incursiones anteriores debieron replegarse.
En la mañana, las fuerzas de la Brigada de Elite Jamis, que recibe el nombre de un hijo de Gadafi que la comanda, bombardearon los límites occidentales de la ciudad con proyectiles de mortero. Atacaron también con ametralladoras, tanques y armas antiaéreas, dijeron varios habitantes.
Para la noche, otra brigada había abierto un frente en el lado oriental. Ciudadanos armados de Zauiya, apoyados por unidades aliadas del ejército, contraatacaban.
El comandante de las fuerzas insurgentes _ Hussein Darbouk, un coronel en el ejército de Gadafi antes de desertar _ murió de un disparo de una ametralladora antiaérea, dijo un activista local de la oposición, Alaa al-Zaui.
Otro testigo indicó que 18 personas murieron y 120 resultaron heridas en la lucha con el contingente de Gadafi en Zauiya. El testigo del hospital de Zauiya agregó que los insurgentes se vieron sorprendidos por una tenaza en ambos flancos de la ciudad.
La televisión estatal libia informó que los atacantes habían recuperado la ciudad. Empero, al-Zaui y otro residente dijeron que Zauiya sigue en manos de la oposición.
En el noreste, directivos de un hospital dijeron que al menos 17 personas murieron en una explosión en un almacén de municiones, en una base militar ubicada a unos 32 kilómetros del basión rebelde de Bengasi.
El estallido destruyó una bodega en la base y dañó un segundo almacén, de acuerdo con un conductor de una ambulancia, quien dijo que recuperó varios restos humanos en el lugar. El conductor habló a condición de permanecer anónimo, por no tener permiso de hablar con la prensa.
Los insurgentes atacaron a las fuerzas gubernamentales en el puerto de Ras Lanouf, una de las mayores terminales de carga de crudo situada a 620 kilómetros (380 millas) al este de Trípoli. Los combatientes, armados con fusiles automáticos Kalashnikov y ametralladoras pesadas, lograron avanzar en el puerto oriental de Brega.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad lanzaron por lo menos cinco granadas de gases irritantes a unas 1.500 personas en el distrito capitalino de Tajoura. Los manifestantes de dispersaron brevemente pero volvieron a reagruparse para continuar la marcha, según un reportero de Associated Press que se encontraba en el lugar.
Las fuerzas de Gadafi habían instalado controles en la capital de Libia para registrar vehículos.
Los retenes suscitaron entre la población de Trípoli el temor de un nuevo derrame de sangre en la capital, donde los opositores han sido reprimidos con dureza.
La oposición convocó la manifestación después de las oraciones del viernes para demandar el cese de Gadafi. El viernes pasado hubo marchas similares que fueron reprimidas brutalmente por grupos de milicianos gubernamentales, que dispararon contra los manifestantes nada más comenzar las protestas. Los ataques dejaron un número indeterminado de muertos y heridos.
Los servicios de internet, que han sido esporádicos en toda Libia durante la agitación en el país, fueron al parecer totalmente interrumpidos en Trípoli, así como en Bengasi, en el oriente de la nación norafricana.
Horas antes de las oraciones, las calles estaban vacías. En el distrito de Tajoura, donde ha habido disturbios, un vehículo de la policía se estacionó a varias cuadras de la mezquita principal, y un grupo de soldados montó un control a la entrada del distrito para revisar a los vehículos.
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