viernes, 16 de abril de 2010

El verdadero camino que debemos seguir



El ser humano tiene que aprender a defender meticulosamente sus criterios y principios, independientemente de la posición política que se ostente en un momento determinado. Esto nunca lo olvidaré, así que lo tendré presente hasta la última hora de mi partida de este mundo perverso, inhumano y egoísta, tal cual me lo enseñó el maestro, patriota y referente moral del pueblo dominicano: Juan Bosch.

Ese camino de reciedumbre moral y de verticalidad en los principios éticos, es el que debemos seguir sin importar el sacrificio y el riesgo social y político al que nos expongamos. Juan Bosch es el ejemplo más acabado y elocuente de lo que debe ser un líder político cuando asume compromisos de guiar a su pueblo hacia un estadio de bienestar y prosperidad.

Bosch nunca se doblegó ante las calumnias y los epítetos denigrantes que sus más enconados adversarios lanzaban y propagaban sin ningún tipo de estupor por los medios de comunicación. Su firmeza y valentía cada vez que abordaba o analizaba un tema de interés nacional, lo definen como el paradigma político y moral de América Latina, incapaz de arrodillarse ante sus enemigos del patio y del exterior.
Un líder como Juan Bosch, probo, visionario y solidario, así como con una conducta rectilínea, difícilmente pueda aparecer en estos tiempos en que la sed de riqueza y de ascenso social, es el norte que irradia la mente de la juventud de hoy en este país.

Eso sí, no podemos olvidarnos de que hoy más que nunca, tenemos que crear la forma y manera de asegurarnos de que nuestros gobernantes y dirigentes políticos regresen sin titubeos ni vacilación, al compromiso inherente de resguardarnos y protegernos de las garras criminales de aquellos que quieren aplicarnos por medio del flagelo del narcotráfico y de la corrupción, un estilo de vida salvaje y criminal, diferente al que los padres de la patria, nos impusieron con la seriedad, valentía y firmeza que les caracterizaba.

No podemos de ninguna manera, dejarnos llevar por conductas anómalas que solo han servido para conducirnos, mediante el método del engaño, por el sendero del infierno y la enajenación mental
.
El compromiso de los que gobiernan hoy siempre deberá ser, el que asumió el líder Juan Bosch, es decir, luchar sin contemplación en pos de que la honestidad, la solidaridad y la rectitud en los principios éticos, se mantengan como condición indispensable para que el pueblo dominicano, no se deje arropar por los que quieren regresar a la ley de la selva.

Por: Francis Pérez

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