lunes, 7 de noviembre de 2011

Deprimido, desesperado y en la austeridad, pasó Cano sus últimos días


Por: JINETH BEDOYA LIMA

Colombia- Los hombres que participaron en la Operación Jaque idearon la caída del jefe máximo de las Farc.

Algunas libras de arroz y pasta, un par de bocadillos y fresco Royal, eran las últimas raciones de alimento que 'Alfonso Cano' tenía en el rancho donde pasó sus últimas horas. La huida lo llevó a morir en la más absoluta austeridad; por eso la esquina donde dormía era un cuarto de tablas de madera que 20 días atrás ocupaba una niña campesina.

A ese escape desesperado lo llevaron los mismos hombres que el 2 de julio del 2008 se inmortalizaron con la Operación Jaque y el rescate de Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 militares y policías. Ese mismo grupo de Inteligencia del Ejército se aprovechó de los gustos básicos del jefe de las Farc para acorralarlo.

Por eso sabían que la angustia y la desesperación ya lo tenían dominado a él y a sus diez acompañantes.

Para agosto del 2010, 'Cano' ya estaba agobiado con las operaciones militares y se refugió en Marquetalia (Tolima) donde todavía podía moverse sin problema. Desde allí emitió un comunicado grabado en un video donde se mostró fuerte, aún con un uniforme nuevo y una barba cuidada, como se le había visto siempre. Pero llegó una nueva arremetida del Ejército y en diciembre decide quitarse de encima toda la escolta.

Los 300 hombres que conforman sus tres anillos de seguridad los reduce a 25. "Eso le generó confianza, pero lo fue llevando a un estado de presión sicológica", señala uno de los hombres de Inteligencia.

Pero su decisión llevó a que sus hombres tuvieran que alejarse de las pocas comodidades que tenían en el cañón de Las Hermosas (Tolima) y en los campamentos por los que se movían.

Su pretensión era hacer un semicírculo en las estribaciones de la cordillera Central y volver al sur del Tolima. Sin embargo llega la persecución directa de las Fuerzas Especiales que lo lleva al Huila, entre enero y mayo de este año. (Lea también: Correos de las Farc revelaron la otra cara de 'Alfonso Cano')

En ese momento decide dejar a otros 15 hombres y se queda con tan solo los 10 de más confianza, incluida Patricia, su compañera sentimental, y sus dos inseparables perros.

A esas alturas ya había tenido que abandonar la mitad de sus pertenencias. Sus libros de literatura, la cobija térmica que le robaba espacio en el morral y algunos suministros, se fueron quedando en los campamentos. (Lea también: las cuatro claves que llevaron a las Farc a su peor momento)

Con el paso de los meses, su estadía en cada lugar era cada vez más elemental y lo poco que podía salvar, como algunos de los habanos que alguien le había regalado en otros tiempos, y que se quedaron en el campamento de Nátaga (Huila), donde el Ejército llegó en junio pasado.

Sin provisiones y sin botas, 'Cano' y sus hombres tuvieron que hacer una larga caminata por las montañas, entre finales de junio y agosto, hasta llegar a Caldono (Cauca). Nadie dentro de las Farc sabía por donde se estaba moviendo, a excepción de tres jefes del bloque Occidental.

Desde allí grabó un mensaje para el Encuentro por la Paz en Barrancabermeja. Su aspecto lo decía todo: un saco negro descolorido y desgastado y la barba sin arreglar.

En ese sitio entró en paranoia al pensar que llevaba algún chip en sus objetos o alguno de sus hombres tenía un rastreador, porque las tropas le iban cortando el paso, y ordenó que todos arrojaran sus botas.

Allí tomó la decisión desesperada: atravesar la Panamericana para refugiarse en Suárez.

"Su nivel de desespero aumentó y fue cuando lo llevamos a cometer el error. Allí pasa algo que paradójicamente nos sirve mucho y es que decide quitarse la barba", relata uno de los investigadores.

Después de bordear la represa La Salvajina se quita la barba, que era su símbolo y que había cuidado por más de 40 años de los 64 que tenía.

"La rasurada lo cambia absolutamente y lo desestabiliza, porque su parte emocional se afecta y afecta al grupo. Es cuando por primera vez sus hombres piensan en la desmovilización. En ese momento cada uno tiene solo dos mudas de ropa", relató el oficial de Inteligencia.

Su vida ya no dependía de él sino de sus hombres. 'Caliche', el jefe guerrillero que asume su seguridad le pone un guía, que no lo identifica como 'Cano'. Su aspecto ha cambiado totalmente. Se volvió sumiso, ya no dirigía la situación y lo único que puede hacer es seguir cuidando de sus perros.

Su espacio quedó reducido a un cuadrado de tierra de 800 por 800 metros, con un rancho de un campesino que expropiaron y una casa cercana, de otros campesinos, donde se instaló 'Pacho Chino' para desviar la atención.

Hasta allí llegaba 'Caliche' con las provisiones y los infaltables dulces que pedía, pero el ánimo del jefe de las Farc no era el mismo. Los hombres de Inteligencia del Ejército ya lo tenían en la mira, monitoreado.

Y llegó lo que esperaban: 'Cano' pidió que le organizaran mejor el rancho porque se iba a quedar seis meses allí. Llegó la hora cero del golpe y su final.

Hasta la caleta en la que se ocultó era básica. Solo una excavación, con camuflaje natural. Los únicos que preservaron los 'lujos' hasta último momento fueron Pirulo y Cónan, a quienes un guerrillero les limpiaba todas las noches las patas, antes de que se acostaran al lado del jefe subversivo.

El mismo guerrillero era el encargado de su baño quincenal. tenía que secarlos con la toalla que 'Cano' cargaba para ellos y no permitía que les dijeran perros. Era obligación llamarlos por sus nombres. En medio del combate Pirulo huyó y Cónan quedó herido.

Y Patricia, la mujer que acompañó al abatido líder de las Farc, desde que tenía 14 años, siempre tuvo que conformarse con usar las moñas y las hebillas que le dieran de dotación, porque su compañero no creía en los lujos excesivos. Por eso, los 164 millones de pesos que 'Cano' tenía en su cuarto de madera, adornado con afiches quinceañeros, fueron los mismos que cargó desde agosto del 2010, cuando salió de Las Hermosas.

Temen represalias contra plagiados

La muerte del jefe de las Farc, 'Alfonso Cano', llenó de júbilo a casi todo el país, pero sembró angustia en familiares de los 18 militares y policías que siguen en poder de esa guerrilla.

Temen que las Farc puedan tomar represalias contra ellos y hay desconcierto por lo que pueda suceder con su liberación.

"Nos preocupa porque no sabemos qué les pueda pasar a ellos (los secuestrados), si los ponen a hacer intensas caminatas o si les quitan la comida", dijo Gloria Marín, esposa del intendente Carlos José Duarte, secuestrado hace 12 años.

Con esto coincidió Oliva Solarte, mamá de Jorge Trujillo, plagiado el 12 de julio de 1999 en la toma de Puerto Rico (Meta). "Es incertidumbre total; no sabemos si los maltratan o los castigan. Eso es terrible. Estoy dopada porque los nervios me tienen al borde de la locura", confesó esta mujer de 63 años, que vive en Gamarra (Cesar).

"Le hago un llamado a la guerrilla, con el corazón destrozado de una madre, para que no tome represalias, porque ellos no se pueden defender", dijo.

Sin embargo, el ex presidente Ernesto Samper, quien ha estado vinculado al proceso de liberación de los secuestrados, dijo que, hasta el momento, las Farc nunca han ejercido política de revancha por los golpes militares que han recibido, "y espero que no lo hagan y que respeten la vida de los secuestrados".

Samper se mostró confiado en que esa guerrilla "respete los contactos que se habían hecho con 'Cano' para la liberación de los secuestrados".

Sobre una eventual liberación, Camilo Gómez, ex comisionado de Paz, dijo que las Farc tienen una política clara sobre este asunto, que es la misma que ha mantenido en los últimos años, y la muerte de 'Cano' no la cambiará, sino que la mantendrá.

Por eso, Dolores Forero, madre del sargento José Libardo Forero, secuestrado el 12 de julio de 1999, aseguró que la muerte de 'Cano' es "preocupante"porque no se sabe si puede aplazar la libertad de los plagiados.

Hoy sería entregado el cadáver a familia

El doble del tiempo que tarda una autopsia se demoró la necropsia del cuerpo de 'Alfonso Cano'. En este caso se aplicó el Protocolo de Estambul, que permite investigar la existencia de torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Luego de 9 horas de exámenes, entre ellos la toma de fotos detalladas, rayos X y revisión de oídos y partes blandas para detectar golpes, se dictaminó que murió a causa de un disparo en el cuello que entró de frente.

Tenía otros dos impactos en una pierna y una mano. Los médicos tomaron muestras de sus órganos para conocer su estado de salud antes de morir.

Un fiscal antiterrorismo será el encargado de autorizar la entrega del cuerpo a su familia. El cadáver no se podrá cremar y tendrán que informar el sitio en el que será sepultado.

Ataques de Farc dejan 2 muertos

En el segundo ataque atribuido a las Farc en el Cauca, tras la muerte de 'Alfonso Cano', un civil murió y tres policías resultaron heridos en el municipio de Piendamó.

Desde una camioneta fueron lanzados cuatro artefactos explosivos que ocasionaron daños a 11 viviendas.

En el primer atentado, registrado a las 8:30 de la mañana del sábado, estalló un cilindro bomba lanzado contra la estación de policía de Jambaló. Un agente murió y otro salió herido. Las autoridades reportaron graves daños en cinco casas vecinas a la estación.

En la capital caucana, entre tanto, un juez legalizó la captura de Tomás García, capturado en la operación contra 'Cano' y señalado por las autoridades de ser su jefe de seguridad.

En la morgue de Cali siguen los cadáveres de alias 'Zorro' y 'Jennifer', quienes murieron en la operación.

JINETH BEDOYA LIMA
SUBEDITORA JUSTICIA

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