Guillermo Fariñas en una foto de archivo de marzo del 2010. Foto
El disidente Guillermo Fariñas, que comenzó una huelga de hambre hace 125 días, se encuentra en estado grave luego de contraer una infección y tener posiblemente un coágulo en el cuello, dijo desde Cuba su madre.
"El pronóstico es reservado'', comentó Alicia Hernández, madre de Fariñas. "Se está vigilando su condición muy de cerca por los médicos porque cuando alguien que está hospitalizado y tiene una infección y un posible trombito, son cosas peligrosas''.
Hernández dijo que el posible coágulo es la complicación más potencialmente peligrosa.
"El coágulo, si existe, podría estar viajando al corazón, al cerebro o a uno de los pulmones'', precisó Hernández, que es enfermera.
El estado de gravedad de Fariñas representa un empeoramiento desde que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital en su ciudad natal de Santa Clara, en la zona central de Cuba. Hernández dijo que con anterioridad su hijo estaba en estado grave pero estable.
Fariñas ha estado débil y padece de fuertes dolores de cabeza desde hace varias semanas, pero ha seguido recibiendo nutrientes de forma intravenosa. El disidente sigue negándose a beber y comer.
Hernández dijo que hace tres días Fariñas contrajo la infección cuando una bacteria del tipo estafiloco áureo, una de las infecciones más comunes, le "invadió'' el cuerpo.
De igual modo, Hernández dijo que creía que Fariñas pudo haber contraído hepatitis y que los médicos tenían planeado el martes hacerle exámenes a fin de establecer una estrategia de tratamiento y determinar si tenía un coágulo en el cuello.
Precisó que Fariñas tenía fiebre alta y estaba más débil que antes, pero permanecía consciente. No podía atender llamadas de la prensa, como ha hecho en ocasiones anteriores, porque se sentía adolorido.
El 3 de junio, cuando Fariñas cumplió 100 días en huelga de hambre, le dio a El Nuevo Herald una entrevista desde su habitación en el hospital.
Fariñas dijo que el reciente traslado de los prisioneros políticos a cárceles más cerca de sus casas fue una maniobra del gobierno cubano destinada a dividir el movimiento de las Damas de Blanco.
También indicó que estaría dispuesto a desistir de su huelga de hambre siempre que las negociaciones entre las autoridades y la Iglesia Católica de
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