La cosa está que horripila y mete miedo y mientras tanto se ensancha, cada día más, el abismo social. Crece la violencia en los barrios, aumentan los asesinatos, atracos y femenicidios, se estanca la discusión del aumento salarial, Ministra de Educación se queja por la calidad de educadores, son titulares de noticias, más o menos de cómo andamos. Siguen los apagones, la basura, los intercambios de disparo de la P.N.
Es difícil la vida, especialmente en esta época de violencia y mal gusto. La violencia lo mismo que el mal gusto tratan de imponernos sus modas, su lenguaje grosero, sus ritmos sin estilos, su forma de actual, su bajo mundo e instintos, inclusive hasta sus candidatos al gobierno.
A propósito de gobiernos y gobernantes, a quienes en lo adelante les toque el turno, acuérdense de los niños en las calles, de los locos e indigentes, de la abismal desigualdad social que existe como madre y raíz de la violencia que hoy vivimos. Cada violación a cada derecho ciudadano genera violencia, la violencia genera más violencia, principalmente la negación a la educación, otros factores son: la corrupción, la impunidad, el tráfico de drogas e influencias, la falta de equidad, tanto social como de género.
La sociedad dominicana posee todas éstas malas características y otras más, la pregunta obligada es, ¿por cuánto tiempo más? La mentalidad y forma de vivir de la gente se ha visto cambiada en un trayecto de tiempo muy corto. Tal vez no estemos viviendo el mejor momento, para propuestas de paz, en este mundo convulso y confuso en que vivimos, pero es urgente comenzar a cambiar muchas cosas en nuestras formas de convivencia con los demás, empezando con nuestros hijos y esposas, siguiendo con nuestros vecinos y parientes más cercanos.
Hay que enseñar con el ejemplo, con el amor, con la equidad, debemos tratar de ser cristiano, y ser cristiano significa seguir a Cristo y seguir a Cristo es seguir su ejemplo, o sea enfrentar con entereza y dignidad a todo aquel que niegue la justicia y el amor entre los hombres, no con armas, sino con la razón, con la palabra y con inteligencia.
A continuación damos algunas sugerencias para no dejarse provocar de la violencia que nos rodea:
-Evite discusiones, especialmente por asuntos de tránsito y/o accidentes de vehículos en las calles.
- No porte armas de ningún tipo, excepto si es militar y está en servicio.
- Si es atracado no se resista, recuerde que lo más importante es la vida.
- No lleve a la vista prendas que sean o parezcan de oro, hay algunos ladrones que no saben distinguir.
- No deje abiertas las puertas de su casa, especialmente las peatonales o de entrada principal a su vivienda.
- Asegure bien su cartera, y nunca cargue mucho efectivo encima. Estas y otras medidas le ayudarán, por el momento, con su seguridad personal y familiar. Hasta la próxima…
Autor: Ebert Gómez Guillermo
No hay comentarios:
Publicar un comentario