Escrito por Ulises Canales
Damasco, 13 may (PL) El Gobierno de Siria confirmó la liberación de tres mil 713 implicados en actos de sabotaje que se habían entregado, pero advirtió hoy que impedirá nuevas protestas desestabilizadoras convocados por la oposición en distintas ciudades.
Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que los ciudadanos que acudieron a las comisarías de policía y centros de seguridad, acogiéndose a una amnistía gubernamental que vence el domingo, quedaron exentos de responsabilidad penal y, por lo mismo, en libertad.
La condición para la excarcelación es el "compromiso de no volver a cometer ningún acto que perjudique la seguridad de la patria y de la ciudadanía", precisó una nota reproducida por la agencia estatal de noticias SANA, que también reportó nuevas víctimas de la violencia.
Un portavoz oficial refirió que el jueves al menos dos soldados del Ejército sirio murieron abatidos por disparos de las que identificó como bandas terroristas armadas en las provincias de Homs y Daraa.
La oposición, por su lado, denunció que efectivos leales al presidente Bashar Al-Assad atacaron poblados de la periferia de Damasco y de Homs, al tiempo que arrestaron y concentraron a cientos de activistas en estadios, escuelas y edificios gubernamentales.
Asimismo, acusaron a las autoridades de provocar 11 muertos en la sureña Harra por disparos de tanques y de reprimir a sus adversarios en las mezquitas, lo cual el Ejecutivo desmintió por medio del ministro de Awqaf (Dotaciones Religiosas), Muhammad Abed Al-Satar.
En una reunión con ulemas y clérigos islámicos en Latakia, Al-Satar afirmó que usar las mezquitas para coordinar manifestaciones socava el valor y símbolo de los lugares de culto y su mensaje principal, pues son -dijo- recintos para difundir el mensaje del amor y la tolerancia.
Igualmente, el Gran Muftí de Siria, Ahmad Badreddin Hassoun, remarcó que "afrontar la sedición es un deber legal, moral y religioso para preservar la libertad, seguridad, unidad y estabilidad de la patria", al hablar con imanes, predicadores y clérigos cristianos en Al-Raqqa. Partidarios del mandatario Al-Assad planean para este viernes otras concentraciones frente a las embajadas de Francia y Estados Unidos en Damasco para condenar el papel de esas naciones en lo que califican de conspiración e interferencia en los asuntos internos del país árabe.
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