Definitivamente que el Presidente de la República, Leonel Fernández, es un líder político sagaz, meticuloso e inteligente, del que los partidos políticos de oposición, no pueden fiarse ni soslayar cuando se trata de buscar el poder.
Fernández, quien por una coyuntura especial, llegó al poder, agarrado de la mano del otrora caudillo Balaguer y del líder político y democrático más grande que tuvo el pueblo dominicano en el siglo pasado, el profesor Juan Bosch, ha logrado cosechar los frutos de una producción que sembró el maestro forjador de los dos partidos más grande de este país, mediante el sacrificio de un puñado de hombres probos, valientes y decididos, que lo acompañaron a trillar el camino que trazaron los eternos e inmortales forjadores de nuestra patria, para hacer de esta tierra, un Estado progresista, democrático y liberal, pese a los escoyos y adversidades que imponían los remanentes de la rancia oligarquía, que tanto daño le ha infligido al avance y bienestar de los dominicanos.
Ciertamente, ha sido Leonel el hombre que revestido de una coraza de valor extraordinario, así como de una fuerte decisión para llevar hacia adelante el proceso de desarrollo hacia un estadio, donde las dificultades propia de un sistema excluyente, queden sepultadas como consecuencias de la utilización correctamente de los bienes materiales de que dispone el Estado, los cuales los gobiernos anteriores habían desviado para favorecer a familias renombradas de este terruño.
Hoy, nadie debe ni puede dudar, que el proyecto ambicioso de progreso y desarrollo que ha concebido el Presidente, no se ha quedado sólo en la mente de él, es decir en promesas, sino que los resultados en tampoco tiempo se pueden apreciar y palpar, como por ejemplo, la institucionalización de nuestras instituciones que en otros tiempos eran antros de perversidad y desorden, también la independencia de la justicia que no existía de hecho, la estabilidad macroeconómica y control de la tasa de cambio, pero además la ampliación de los planes sociales, los elevados, los metros, los centros de informática, el apoyo a la educación y a los estudiantes con el otorgamiento de becas, así como la protección a los damnificados de los huracanes y en definitiva, la apertura internacional la cual ha permitido que juguemos un papel de primer orden en esos escenarios. Esas cosas y otras más, son ejemplos de cuanto se ha hecho por esta nación y otras que por razones de espacio y tiempo no se pueden decir aquí, no se deben ni pueden esconderse porque la verdad tarde o temprano, aflora.
En el aspecto político Leonel también ha sido exitoso porque ha sabido lidiar con los diversos sectores imponiendo las reglas del juego que permite hoy mantener la gobernabilidad, la cual muchas veces había sido echada a un lado por las ambiciones personales. Esto y otras cosas como el fortalecimiento de la democracia, es lo que ha hecho posible que el proyecto de nación, sea llevado a cabo, tal cual fue concebido. Esta y no otra es lo que hace que el PLD y el hombre fuerte de Villa Juana, se hayan convertido en la vanguardia de la patria de Duarte y Luperon.
Todo cuanto he enumerado y sustentado, son las razones valederas que favorecen y acentúan el liderazgo indiscutible de Leonel y su organización, pero ahora no entiendo porqué éste acorazado Presidente se deja chantajear de los reformistas entregándoles prácticamente el control de los ayuntamientos, en el caso que la alianza resulte triunfadora en los comicios del 2010. Esto no quiere decir que no esté de desacuerdo con el acuerdo electoral, lo que ocurre es que ahora lo que se debe pensar es que si el partido balaguerista obtiene el control de la mayoría de regidores, es casi seguro que volverá el peaje, la francachela, el desorden y el chantaje, que tratará de imponerse para conseguir prebendas y por ende dinero. Esta conducta desviada para bien de la conquistada institucionalidad y gobernabilidad no debería imponerse, pero conociendo a los colorados cualquier cosa se esperaría y no bueno. Si esta práctica se impone, entonces la marcha de la nación estaría en juego y el retroceso seria un hecho irreversible.
Señor Presidente, abra los ojos, que el 2016 está muy lejos todavía y las condiciones políticas pueden cambiar si se descuida una realidad como esta, la cual podría afectar en el futuro inmediato a su organización y a usted mismo, porque los proyectos a favor de la nación, no se los aprobaran si no hay dividendos.
Autor: Francis Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario