lunes, 24 de octubre de 2011

La Universalidad Temática de Juan Bosch





Santo Domingo.- Si a Horacio Quiroga se le considera un maestro de la selva, del episodio fatal, a Edgar Allan Poe de lo tenebroso, a Juan Rulfo dueño del silencio, polvorienta soledad convertida en suspiro, a Onelio Jorge Cardoso de la ciénaga, iluminación del paisaje, en el dominicano Juan Bosch se combinan todos los elementos mencionados.

La cuentística del maestro nace de la tradición crítica. Narra con frío análisis los hechos, sacude con estrepitosas oleadas de romance.

Manuel Sicuri, indio aimara, el haitiano Luis Pie. La Noche Buena de Encarnación Mendoza.

“Recorrieron el tablón de caña en que se habían metido, maltratando los tallos más tiernos y cortándose las manos y los brazos.”

Bosch recrea a la naturaleza sin llegar a la contemplación. El hilo conductor de su relato puede simbolizar a una minúscula paloma que un navegante se arrojó al agua en vías de salvarle y resultó un prófugo el hombre.

Lo inesperado aflora en su prosa, el suceso común convertido en historia. Narrativa social donde predominan los antihéroes.

“El sol hervía en cualquier diminuta hoja de la sabana.” Del cuento Rumbo al Puerto de Orígen.

Juan Bosch trabaja el símbolo: artesano de tal teoría del arte narrativo. El cañaveral, el mar, el altiplano, la propia ciénaga, escenarios donde provoca sus emociones.

Si Horacio Quiroga nos ilustró en su decálogo el modo de escribir un cuento, Juan Bosch no siguió sus pasos, recreó la anécdota con una voluntad increíble, lo cual lo convirtió en más atractivo, se adjudicó la tónica del suspenso.

Gracias a mi amigo, Dr. César Gonell, que me facilitó la joya narrativa: Cinco Cuentos de Juan Bosch.

Los estudié con esmero y lo disfruté más. El cuento, género oral en sus inicios, se alimenta de la voz de este espontáneo e insigne hombre universal: Juan Bosch.

El autor es escritor cubano

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