El asistencialismo populista no transforma la naturaleza de la pobreza
Aunque el asistencialismo populista que está llevando a cabo Danilo Medina desde la Presidencia de la República, le esté reportando pingues beneficios cocándolo incluso en las encuestas por encima del 80% en las preferencias de los dominicanos, no es esta la forma más correcta para reducir y erradicar los niveles de pobreza y la marginalidad social, que persiste en la nación como consecuencia de la dejadez y la tozudez de los gobiernos que hemos tenido a lo largo de la historia republicana.
El gobierno debe elaborar un plan estructural a largo plazo concebido sobre la base del análisis concreto de las condiciones reales del sector productivo nacional, donde los pequeños agricultores, los micros empresarios, profesionales, las amas de casa y los excluidos socialmente, sean el blanco o prospecto de las acciones profundas a tomar en cuenta.
Creo que con ir semanalmente a las ciudades y campos del país, a asistirlos con pequeñas obras y dos o trescientos mil pesos, que luego terminarán comiéndoselos por sus necesidades y además nunca lo podrían pagar a las instituciones que le presten el dinero, no se logrará reducir la pobreza y mucho menos desarrollar la producción nacional, ya que se precisa de medidas serias y profundas, aunque choquen con los sectores tradicionales que sirven de retrancas a los avances y aplicación de las nuevas tecnologías que hoy contribuyen a eficientizar la producción y hacer más llevadera la vida de los países donde se ha puesto en práctica, a fin de lograr el desarrollo definitivo.
El populismo y el asistencialismo en nuestro país tienen un trasfondo y está ligado casi siempre a la reelección y la creación de nuevos poderes económicos y qué sepamos los pronunciamientos de Danilo Medina son muy claros en relación a esto, no repostulación.
El discurso de los dirigentes peledeístas
Definitivamente que algunos altos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana creen que ya la pava pone donde no ponía. Pues con sus discursos retóricos y teatrales lleno de colorido e imágenes y hasta ligado en ocasiones a lo que exigen los organismos de bases de esa organización, van a confundir a quienes demandan la vuelta a la institucionalidad de esta entidad política, que tiene que ver con la aplicación de los métodos de trabajo, la moralidad, disciplina, redefinición de su línea ideológica - política y la vuelta a la solidaridad, que ha sido perdida por el crecimiento que han logrado muchos de éstos en tan poco tiempo en materia de riquezas.
Esos discursos en el PLD no pueden ni deben impedir que la igualdad de los organismos, que la educación de los miembros y la realización de elecciones generales se ponga en marcha, a fin de remozar con nuevos bríos las estructuras partidarias, para que esta pueda estar acorde con las exigencias de los nuevos tiempos y deje de estar anquilosada como quieren muchos, dando paso a cuestionamientos que pudieran diezmar su fortaleza al cabo de un tiempo no muy lejano.
El PRD le da un mal ejemplo al país
El Partido Revolucionario Dominicano PRD no puede seguir actuando como si no tuviera un compromiso moral con el pueblo. Su indisciplina, inconducta, bravuconería e indisposición a trillar el camino de la modernidad reflejan una vez más que esta organización no está preparada para ganar elecciones e ir al gobierno, porque de lograrlo en esas circunstancias el caos, el desorden y la francachela se convertirían en una conducta normal en esta sociedad, que ya ha tomado el camino del progreso y bienestar, aunque sus gobiernos lo hayan defraudado.
Julito Hazim está desfasado
Cómo pues se le ocurre a este productor, conjeturero y fabulador de la televisión expresar que Juan Bosch en vida trabajó siempre para mantener en el poder a Joaquín Balaguer y que en consecuencia de este aporte, el creador de la obra “El Cristo de la Libertad”, le pagó entregándoles el poder a Leonel Fernández en el 1996, después del triunfo obtenido por el PLD
Al parecer a este mercader se le olvidó que Juan Bosch por su carácter rectilíneo, sincero, honesto, democrático, disciplinado y progresista era incapaz de hacer lo contrario de lo que su visión y conducta le dijera. Por eso fue él quien más enfrentó sin importar los riesgos políticos y personales al viejo caudillo Balaguer, incluso llevándolo a la legalidad en los doce años cuando muchos eran los que caían fruto de la represión y la persecución política de ese momento.
Bosch fue una columna de defensa de la democracia dominicana que nunca se vinculó para sacar provecho de esto, con quienes golpeaban al pueblo, como lo explica el hecho de que en el 1963 haya sido derrocado por no ceder ante las peticiones de los que depredaban al pueblo y por el contrario los enfrentó como también lo hizo con el zorro de Balaguer, para lograr las conquistas democráticas a favor del pueblo.
Autor Periodista Francis Pérez (francispérez58@gmail.com)
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