martes, 6 de agosto de 2013

Dando en la Diana



Haití nos pone de rodillas y sigue dando problemas

La propuesta hecha por los cinco senadores de las provincias fronterizas para que el gobierno establezca un acuerdo binacional comercial entre la República Dominicana y Haití, es factible y necesaria ya que hay que establecer reglas claras que eviten que continúen produciéndose acciones negativas para el país, como ha ocurrido con la veda impuesta a la carne de pollo, los huevos, el salami, los plásticos y posiblemente a la harina.

Y también en los próximos meses veremos que a esta veda impuesta por el conglomerado social llamado Haití, irán sumándose poco a poco por efecto de la teoría del domino otros productos nacionales, lo que podría repercutir negativamente en el accionar comercial dominicano, ya que llevaría a los empresarios nativos a dejar sin empleos a cientos de hombres y mujeres que viven de ese negocio.

El anterior gobierno y este han demostrado que no tienen planes ni estrategias para enfrentar las barrabasadas planificadas acciones haitianas en perjuicio del pueblo dominicano.

¿Por que decimos que no tenemos planes ni estrategias a corto y largo plazo?

Porque nos hemos quedado en lloriqueos y amenazas de sometimiento ante los organismos internacionales pertinentes y no buscamos en realidad mercados factibles para comercial nuestros productos con otras naciones, por temor represalias de los organismos internacionales o por miedo a ser embestido por las bien remuneradas y anti dominicanas Organizaciones No Gubernamentales (ONGS), al servicio de embajadas foráneas. Esto no puede ser así.

Es tiempo que el presidente de todos los dominicanos Danilo Medina adopte una política firme, coherente y sin presión de ningún sector social o político, a fin de frenar el chantaje y la necedad del gobierno haitiano y de los empresarios de ese conglomerado social llamado Haití.

Hay que dejar a un lado los paños tibios por temores a cuestionamientos y empezar de una vez por todas, a aplicar una verdadera política migratoria en contra de los ilegales haitianos, que son la mayoría en este país, porque esto al igual que la política migratoria de los vecino es parte de un palan para invadirnos y luego exigir ante los grandes países que los defienden que se reconozca parte de este país, con lo luego podrían tener poder y decidir incluso en la elección de los presidentes, congresista y alcaldes.

Tenemos que dejar de ser solidarios con ellos en materia de salud. No podemos seguir entregándoles el 30 por ciento del presupuesto de Salud Pública destinado para los dominicanos(a), cuando aquí adolecemos de atenciones primarias.

Tampoco podemos permitir que los nacionales haitianos legales e ilegales continúen desplazando a la mano de obra nuestra, ya que esto tarde o temprano generará enfrentamientos que pudieran arrojar victimas, que nadie quiere pero que por la tozudez de los gobiernos títeres podría suceder.

Otra que podría ser tomada en cuenta es normalizar el comercio mediante un acuerdo de libre comercio, al mismo tiempo que se ponga en práctica una verdadera política migratoria, que tenga como eje central reducir la invasión desproporcionar de los haitiano hacia el territorio dominicano

Tanto va el cántaro al agua que se rompe, refrán popular que no deja de ser cierto cuando se trata de analizar el accionar de los líderes haitianos frente a un país como el nuestro, que más que ofenderlo y quitarle, lo que nuestros gobiernos siempre le extienden son las manos en solidaridad por sus problemas de pobreza y marginalidad, que en cierta forma no dejan de ser parte de nosotros también, pero en menor escala.

¿Pero qué ha pasado con estos que han utilizado cuanto les hemos brindado y ofertado desde el punto de vista comercial y no han agradecido nuestro gesto? Es que al parecer ellos actúan como los gastos que se les pone la comida en la boca y ellos para no recordarse de quien le dio la comida volteen la cara.



Los peledeísta y los movimientos

El 16 agosto es el mes clave para ver y darse cuenta si el gobierno morado tiene el oído puesto en el corazón del pueblo como alega el propio mandatario cada vez que visita una comudad o al sector productivo naciona.

¿Qué es lo que quiere el pueblo señor presidente? No hay dudas cambios en



Autor Francis Pérez(francisperez58@gmail.com)

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