martes, 29 de mayo de 2012

Lo que necesitamos después del triunfo El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) gracias a la integración de la mayor parte de su militancia salió victorioso en el recién pasado proceso electoral, quienes en aras de hacer posible que el progreso y desarrollo continúe bajo las riendas de Danilo Medina y el Bloque Progresista, se fajaron en los barrios y pueblos del interior del país, dejando incluso el forro en las calles. Pero el PLD sin lugar a dudas tendrá que abocarse a una verdadera revisión de su táctica y estrategia que ha puesto en práctica en los últimos años, tomando en cuenta siempre su base ideológica y programática la que ha sido olvidada y relegada a un segundo plano permitiendo la burocratización de sus principales figuras enquistadas en las altas instancias del poder. Ahora es el tiempo de empoderar a la militancia y a los cuadros barriales para que sean éstos los que lleven la delantera en relación a las soluciones concretas de las comunidades, barrios y ciudades donde existan demandas sociales y económicas. En los últimos años el PLD se ha olvidado de sus dirigentes medios haciendo que éstos muchas veces sean vistos por la sociedad como dirigentes sin poder para resolver el mínimo problema que se presente en un determinado radio de acción donde residan seres humanos. Juan Bosch creó un partido que esté en capacidad y disposición en cada momento histórico, de entrar en contacto directo con la sociedad, especialmente con los que necesitan la mano amiga, los que carecen de salud, de educación y de los recursos económicos para salir a camino, pero en realidad no se ha caminado en esta dirección. El PLD hoy se ha convertido en una organización que solo recuerda medianamente a su militancia en tiempos electorales porque necesita que ellos salgan a busquen los votos, pero luego cuando transcurre el proceso y resultan vencedores del torneo electoral, el golpeo, la dejadez y la burla se imponen en la cabeza de la mayoría de sus líderes ubicados en el comité central y político, impidiendo desde sus respectivas posiciones en el Estado que, quienes han realizado los trabajos que han posibilitado los triunfos obtenidos en buena lid, le den respuestas a las peticiones y pliegos de demandas que buscan solucionar los inconvenientes surgidos en los barrios pobres de la capital y el interior del país. Esa actitud perversa, altanera y prepotente que tienen los altos dirigentes del PLD y los funcionarios públicos del gobierno, es la que ha permitido que el partido formado por el maestro don Juan Bosch, pese haber ganado las elecciones, reduzca en el seno del pueblo la popularidad y admiración que sentían los dominicanos por la obra creado por Juan Bosch. El PLD tiene ahora que entrar en contacto con sus bases, creando una relación estrecha de empoderamiento a través de las acciones sociales y económicas para que los organismos intermedios como conocedores que son de los problemas y necesidades de los barrios, resuelvan y mejoren las condiciones de vida de los sectores populares que por muchos años han sido excluidos y relegados a estar en la pobreza. Si la organización morada no es capaz de hacer lo que plateamos y al mismo tiempo renovar las estructuras de intermedios, la votación del PLD en el 2016, aunque venga de nuevo como candidato Leonel Fernández, será pírrica; lo que podría dar pies al surgimiento de una nueva opción de poder en franco detrimento de la obra creada por el insigne maestro del pueblo dominicano, Juan Bosch. Creo pertinente advertirle al presidente electo que asuma a partir del 16 de agosto, la tarea de entregarle a los peledeístas, los poderes para que las soluciones lleguen realmente sin pérdida de tiempo a quienes las necesiten sin tomar en cuenta el color partidario. Estoy seguro y consciente que Danilo Medina no escatimara esfuerzo para hacer posible que continúe a pasos firmes, pero con mayor equidad el progreso y desarrollo del pueblo dominicano. Compartir: Autor: Francis Pérez

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