“Me voy a divorciar, no hay vuelta atrás, me voy a divorciar. Mi abogado se va a encargar de todo y pronto se van a enterar de los embustes y del infierno que estoy viviendo”.
Con esas palabras, Maripily desataba otro escándalo en su vida al anunciar públicamente que termina la relación con su esposo, el ex pelotero Roberto Alomar luego de presentar una denuncia en su contra por violencia doméstica y maltrato, además de pedir una orden de alejamiento.
Según consta en la denuncia, mostrada ayer en el programa “SuperXclusivo”, la empresaria llamó a la Policía de Hillsborough el pasado domingo en la noche tras un altercado. Cuando los agentes se personaron a la mansión que el matrimonio comparte hace dos años en un sector exclusivo en la Florida, Maripily entabló la querella contra su esposo. Alomar abandonó el hogar de inmediato. El caso fue citado para el 13 de agosto en una corte de Tampa.
“Aquí está mi familia, estoy viviendo momentos difíciles; no voy a hablar, tengo mi familia sufriendo y yo estoy sufriendo también, denme tiempo”, se escuchó decir anegada en llanto.
La pareja, que el pasado 1 de junio celebró su primer aniversario en Las Bahamas, proclamaba su amor, sus lujos y su felicidad a los cuatro vientos. Maripily defendía como una fiera a su marido ante la más mínima provocación y aseguraba haber encontrado a su príncipe y que Alomar era el premio que le había dado la vida por tanto sufrimiento. Mientras, que él juraba que había encontrado a una gran mujer y que su familia la adoraba.
Esta no es la primera vez que Roberto Alomar ha tenido problemas con alguna de sus parejas. En el pasado fue demandado por Ilya Dall por alegadamente exponerla al VIH, y la cantante Giselle entabló una demanda contra el matrimonio por unos comentarios que hicieron en su contra luego de someterse a una prueba de sida y hacerla pública.
“El día que él me falte, yo quisiera irme con él. Me sentiría muy vacía”, dijo la artista públicamente no hace mucho, cuando todo era felicidad en su vida.
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