jueves, 19 de agosto de 2010
Destaca Fidel la necesidad de evitar el holocausto nuclear
La Habana, Cuba. - El final del Capítulo 3 y el abordaje del cuatro y el cinco, forman parte de la segunda parte de las reflexiones de Fidel, El Gobierno Mundial, que mantiene la referencia al libro de Daniel Estulin Los Secretos del Club Bilderbert.
Tal como había prometido, el compañero Fidel cita párrafos cruciales de este último título para continuar desentrañando la participación de gúrues de la política, las finanzas y el mundo de los negocios dentro del Club Bilderbert.
Uno de los acápites de esta segunda parte se refiere al ABC del tráfico de drogas en el que, a juicio de Estulin, citado por Fidel ¨los bilderbergers no se encargan personalmente de transportar las drogas ni de lavar el dinero de los beneficios. De eso se encarga la CIA…
¨
En el apartado que llama Intervención militar de la OTAN, Fidel resalta que la consolidación del poder de la OTAN en el sur de Europa y el Mediterráneo, propicia una mayor influencia geopolítica del Bilderberg más allá de los Balcanes ¨hacia el área del mar Caspio, Así Central y Asía Occidental¨.
Más adelante aparecen pasajes del Capítulo 4, sobre los vínculos del Bilderberg y la guerra secreta en Afganistán.
Uno de los párrafos citados por Fidel advierte la importancia de la cuenca del mar Caspio y Asia Central en los fines geopolíticos y particularmente económicos: ¨… son las claves de la energía en el siglo XXI. Dos terceras partes de las reservas de petróleo se encuentran en aquella región [...] ‘América quiere que la región esté bajo un total dominio estadounidense’, según afirma James Donan en un artículo publicado en la revista comercial Oil & Gas Journal el 9 de octubre de 2001.”
Según la revista Time, en su número de Mayo de 1998, los Estados Unidos, a través de su entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright, durante la administración Clinton, y una de las personas responsables de la guerra de Kosovo, ya había concluido que ¨trabajar para moldear el futuro del área es una de las cosas más apasionantes que podemos hacer¨.
“La guerra del Golfo permitió que el Pentágono estableciera numerosas bases militares en Arabia Saudí, en los Emiratos Árabes Unidos y en otros lugares.”
Fidel cita párrafos a partir de la documentación del profesor Michel Chossudovsky en War and Globalization, y que toma como referencia Estulin: ¨La alianza GUUAM (Georgia, Ucrania, Uzbekistán, Azerbaiyán, Moldavia) formada por la OTAN en 1999, está sobre el meollo de la riqueza caspia de petróleo y de gas. Fundamental en GUUAM es Georgia, un Estado cliente de Estados Unidos, donde Mikhail Saakashvili sustituyó como presidente al ex ministro de Asuntos Exteriores soviético Eduard Shevardnadze mediante un golpe de Estado amañado por los americanos y presentado como una revuelta popular y espontánea.”
Según Project Underground son muchos los que sacan una tajada de la riqueza de petróleo de esta zona, cita a antiguos miembros de los sóviets, de la KGB y del Politburó junto con «una colección formidable de importantes figuras de la Guerra Fría, procedentes, principalmente, del gabinete de George [H. W.] Bush». Los jugadores son los antiguos consejeros de Reagan, Bush y Clinton, como James Baker Tercero (ex secretario de Estado de la Administración Bush padre), Dick Cheney (vicepresidente) y John Sununu (ex jefe de Personal de la Casa Blanca).”
También Peter Sutherland (de la British Petroleum), la reina Elizabeth II de Inglaterra (accionista principal de British Petroleum, cabeza del Comité de los 300), que están luchando por el control sobre los recursos petroleros y los corredores de los oleoductos que salen de la cuenca del mar Caspio.
En el libro de Los Secretos del Club Biderberg, que toma como referencia Fidel en la segunda parte de sus reflexiones El Gobierno Mundial, queda evidenciado que el “el oleoducto afgano no era simplemente un negocio, sino un componente clave de una agenda geoestratégica más amplia: control militar y económico total de Eurasia (Oriente Medio y las antiguas Repúblicas soviéticas de Asia Central). The Guardian lo confirma el 23 de Octubre de 2001 a través de George Monbiot: ‘El petróleo y el gas no tienen ningún valor si no se trasladan. La única ruta que tiene sentido tanto político como económico es a través de Afganistán…’.”
Se especifica que “Afganistán es la ruta más corta hacia el golfo para transportar los recursos de gas de Turkmenistán y Uzbekistán desde Asia del Norte Central y Asia Occidental Central.”
Tras reflejar una serie de acontecimientos ocurridos en torno al control de esta importante zona petrolera y gasífera, se señala cómo la violencia cambiaría el curso de los acontecimientos “(…) En respuesta al bombardeo de las embajadas estadounidenses en Nairobi y Tanzania (atribuido a Osama bin Laden, aunque, según fuentes de Inteligencia francesas, el atentado ha sido trabajo del Mossad israelí), el presidente Bill Clinton disparó misiles de crucero a una tienda vacía en Afganistán y Sudán el 20 de agosto de 1998. La Administración, entonces, rompió las relaciones diplomáticas con los talibanes y las Naciones Unidas impusieron sanciones.”
Ello fue el pretexto para que no hubiera más reconocimiento oficial de Afganistán por parte de Estados Unidos -durante la presidencia Clinton-, ni de las Naciones Unidas. Y ningún avance en el tema del oleoducto.
Se producía la entrada por aquel tiempo, de George W. Bush a la Casa Blanca. Ya entonces los talibanes eran calificados como un grupo terrorista. Sin embargo, explica uno de los textos contenidos en las reflexiones del compañero Fidel, George W. Bush restableció las relaciones con los talibanes.
En la edición del 27 de septiembre de 2001 de The Wall Street Journal se especifica:”No hay que extrañarse, pues, dado que en 1998 y en 2000, el ex presidente George H. W. Bush viajó a Arabia Saudí en nombre del grupo privado Carlyle Group, el undécimo mayor contratista de Defensa en Estados Unidos, donde se reunió en privado con la familia real saudí y con la familia de Osama bin Laden..¨
The Washington Post cita a Mil Bearden, agente de la CIA, que lamenta el hecho de que Estados Unidos no se tomó tiempo para entender a los talibanes cuando afirmó: ‘Nunca oímos lo que intentaban decirnos [...]. No hablábamos una lengua común. Nosotros decíamos ‘entregad a Bin Laden’. Ellos decían: ‘Hagan algo para ayudarnos a entregarlo”. Pero hay mucho más.”
Más adelante afirma el libro de Daniel Estulin: “De hecho, la relación entre la Administración Bush y el ‘terrorista’ y líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, nunca fue mejor.”
Y concluye el acápite dedicado a los vínculos de los Bilderberg y la guerra secreta en Afganistán: “La evidencia de que la guerra en Afganistán, donde la avaricia multinacional se mezcla con la avaricia y la crueldad de los grandes del petróleo (BP, Shell, Exxon, Mobil, Chevron, etc.) es simplemente irrefutable. Asusta pensar que un rincón dejado de la mano de Dios, controlado por terroristas, pueda convertirse en un punto donde se combinan los intereses de la Administración Bush, Bridas, UNOCAL, la CIA, los talibanes, Enron, Arabia Saudí, Pakistán, Irán, Rusia e India.”
Más adelante se explica como Bush siempre se mantuvo ligado con personajes de la industria de la energía con estrechos vínculos en Asia Central entre los que se citan Dick Cheney, de Halliburton; Richard Armitage, de UNOCAL; Condoleeza Rice, de Chevron, entre otros. Gracias a la generosidad de las corporaciones con derechos adquiridos en la región como Enron, Bush llegó al poder.
Uno de los párrafos de las reflexiones de Fidel alude a que: “La participación de la familia Bush en la política petrolífera de Oriente Medio y Asia Central y sus vínculos profundos con la familia real saudí y la familia Bin Laden existen desde hace generaciones.”
Y concluye la referencia a este capítulo con la afirmación: “…Los miembros del Bilderberg no dejan ningún cabo suelto. No trabajan sobre un plan quinquenal. Planean a más largo plazo…¨
A continuación en el capítulo 5 se abordan acápites como: el Programa de Conocimiento Total de Información del Pentágono, las “Aerolíneas Iberia”, detalles privados de una campaña entre el comisario Almunia, el presidente Borrell y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, otro bilderberger habitual, a favor de la aprobación de derechos fundamentales supuestamente consagrados a la Constitución Europea; y el control europeo de las telecomunicaciones.
Casi al final, Fidel cita un epígrafe del libro de Daniel Estulin Los Secretos del Club Bilderberg que este último nominó como “Mi final”. En uno de los párrafos afirma:
“Amos Oz, probablemente el novelista israelí más conocido, hizo esta observación: ‘Allí donde la guerra se llama paz; allí donde la opresión y la persecución se denominan seguridad, y el asesinato, liberación, la contaminación del lenguaje precede y prepara la contaminación de la vida y de la dignidad. Al final, el Estado, el régimen, la clase o las ideas permanecen intactos mientras se destruye la vida humana’.”
El epígrafe continúa más adelante: “Finalmente, si criticar los aspectos arrogantes, irreflexivos y abusivos de la sociedad totalitaria hace que a veces haya quien se burle de ti y te etiquete de «antitodo», debería considerarlo como una distinción honorable. Graham Greene dio en el clavo cuando dijo que «el escritor debe estar listo para cambiar de bando en cualquier momento. Su misión es defender a las víctimas y las víctimas cambian», sentencia Daniel Estulin.
El compañero Fidel concede un espacio de sus reflexiones a reproducir lo escrito por Estulin dedicado a la memoria de su abuelo. En uno de los párrafos expresa:
“Como el resto de nosotros, la gente muere como mínimo dos veces: físicamente y conceptualmente. Cuando el corazón deja de latir y cuando empieza el olvido. Los más afortunados, los más grandes, son aquellos en los que la segunda muerte se pospone de un modo considerable, tal vez indefinidamente [...] Llegaron llamadas desde todos los países y rincones imaginables del Planeta, un tributo a la infinita admiración que él, mi abuelo, un ex agente del contraespionaje de la KGB, infundió en esas personas en las que influyó en sus vidas.”
“La Segunda Guerra Mundial, tal como demuestro en este libro y como he puesto de manifiesto ampliamente en mi primer libro sobre el Club Bilderberg, fue astutamente financiada por los Rockefeller, los Loeb y los Warberg. El príncipe Bernhard, fundador del Club Bilderberg, también estaba implicado. Era nazi. La familia real británica simpatizaba en su mayoría con los nazis, al igual que la mayor parte del Eastern Establishment «liberal» de Estados Unidos, el entramado plutocrático que domina la vida económica, política y social de ese país. Hitler, la bestia, fue creado por los mismos que hoy asisten en secreto a las reuniones del Club Bilderberg, el CFR y la Comisión Trilateral. La historia, para esta gente, es una pizarra en blanco en la que defecar contra la angustia de otros.
Daniel Estulin se pregunta a continuación: ¿Alguien me puede culpar por despreciar tanto al Bilderberg y a sus homólogos?” “En mi caso, mi abuelo sigue siendo mi piedra angular -compañero de viaje- incluso después de la muerte. Está tan ausente como presente.
Casi a punto de finalizar la segunda parte de sus reflexiones El Gobierno Mundial, el compañero Fidel deja un mensaje importante: He recogido en la segunda parte de esta Reflexión gran cantidad de las líneas finales de su libro. Explican su desprecio por la odiosa institución del Club Bilderberg.
Es terrible pensar que las inteligencias y los sentimientos de los niños y los jóvenes de Estados Unidos son mutilados de esa forma.
Hay que luchar ahora para evitar que sean conducidos a un holocausto nuclear, y recuperar todo lo que sea posible su salud física y mental, e idear las formas en que los seres humanos sean liberados para siempre de tan terrible destino, así concluye la segunda parte de las reflexiones del Comandante en Jefe, Fidel Castro, tituladas El Gobierno Mundial, que reproduce hoy la prensa nacional cubana tomadas del sitio digital Cubadebate.
Por Demetrio Villaurrutia Zulueta
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