miércoles, 6 de junio de 2012

Un libro revela el "drama interior" de María Montez, "reina del tecnicolor" Santo Domingo, 6 jun (EFE).- La dominicana María Montez, que hoy hubiera cumplido 100 años, pasó a la posteridad como una de las más bellas y famosas actrices de su época, pero no todo en su vida fue éxito y felicidad, también hubo sufrimiento y dolor, según revela el escritor Pablo Clase en su libro "María Montez: Mujer y Estrella". Montez (1912-1951) tuvo que soportar un verdadero "drama interior" al no poder alcanzar una meta que se había fijado en su vida artística, "lo que le generaba amargura e insatisfacción", explicó Clase en una entrevista con Efe. El biógrafo, quien no quiso dar más detalles acerca de esta "frustración" para mantener vivo el interés de los lectores, describió a la diva caribeña como una actriz "bien acogida por el público, pero muy mal vista por la crítica". Solo alcanzó el éxito en Europa, con la película "El mercader de Venecia "pero todo lo que la hizo famosa en Hollywood no pasó de ser mediocre", y sin embargo "el público la adoraba porque era carismática". La República Dominicana celebra hoy el centenario del nacimiento de esta actriz, conocida como la "Reina del Tecnicolor", quien triunfó en Hollywood a pesar de no tener formación ni experiencia en materia cinematográfica. "Tenía un físico exótico y aparte de eso siempre tenía a flor de labio frases ingeniosas que encantaban a los periodistas y eran destacadas en los titulares de los periódicos. Ella fue su propia promotora", explicó el autor del libro, revisado y reeditado para la ocasión. Aparte de su belleza, Clase destacó otras cualidades de la estrella criolla, como su amor por la lectura y su creatividad, y recuerda que escribió tres libros, dos de los cuales fueron publicados, y que incluso ganó un premio de poesía en Estados Unidos. La biografía de la artista, cuya primera edición data de 1985 resalta también su gran espiritualidad. "Ella era muy devota de san Antonio, pero también un poco supersticiosa y amiga de visitar astrólogos". Esa era "la otra cara de María Montez", una mujer muy diferente en público y en su vida privada, donde siempre fue discreta y nunca se vio envuelta en escándalos. "No tenía amantes ni nada de eso. Era una simple mujer de su hogar, que cuidaba a su niña y que nunca se separó de sus hermanas", agregó. Sin embargo, su condición de estrella era artificial y no duró más allá de cinco o diez años. Su máximo esplendor duró el tiempo que el mercado estadounidense la necesitó, entre 1942 y 1947. Después su fulgor comenzó a apagarse y se fue de Estados Unidos al no poder renovar su contrato cinematográfico, aunque "ella estaba convencida de que podía seguir adelante como actriz; de que había mucha María Montez por delante", dijo el autor. En todo caso, su país le brindó el máximo reconocimiento, y hasta recibió del entonces presidente, Rafael Trujillo, la Orden del Mérito de Juan Pablo Duarte y un pergamino entregado por su hija Flor de Oro. El pueblo la idolatró y a su muerte se decretó duelo nacional y se guardó un minuto de silencio en las salas donde se proyectaban sus películas. "Ninguna actriz dominicana logró la fama que ella logró", aunque su figura "después quedó un poco en el olvido" y ahora recibe nuevos reconocimientos con motivo del centenario de su nacimiento, indicó Clase. En el legado de Montez, aparte de sus 26 películas, sus libros, poesías y canciones, se incluye también "la gloria para los dominicanos de poner al país en el firmamento internacional de Hollywood", según el biógrafo, quien recuerda que Montez ha inspirado pinturas y esculturas y se ha puesto su nombre a calles y hasta al aeropuerto de Barahona (suroeste), su localidad natal. La figura de María Montez ha sido objeto también de otros muchos estudios y biografías, como la de Margarita Vicens, una de las principales conocedoras de esta artista, de la que Clase señala que, como allegada a su familia "quiere que quede muy bien el personaje", mientras que él intenta "ser un poco más crítico". Con esta reedición sale a la luz "un trabajo que estaba olvidado", según el biógrafo, corrector de estilo del periódico Listín Diario y autor también de la biografía de Porfirio Rubirosa y de otras cincuenta figuras dominicanas, como el diseñador Óscar de la Renta, los expresidentes Juan Bosch y Joaquín Balaguer, el jugador de béisbol Juan Marichal y otros. Compartir: Autor: Jesús Sanchis

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