Nacional
El presidente Leonel Fernández recibe de Valerie Julliand, un mapa de la isla de Santo Domingo como reconocimiento a su solidaridad durante el terremoto de Haití.
Aunque el caso era conocido, el nivel de la agresión y los riesgos a que estuvo expuesto el presidente Leonel Fernández durante su visita a Haití el 12 de diciembre del 2005, han causado sorpresa.
También causó sorpresa el escenario que usó el mandatario para narrar los hechos, ya que se trataba de un reconocimiento por las acciones de solidaridad que tuvo su gobierno con el vecino país, a raiz del terremoto del 12 de enero de este año.
En el momento, las autoridades dominicanas minimizaron la agresión contra la comitiva presidencial en Puerto Príncipe. Sin embargo, anoche el presidente Fernández la definió como grave.
El mandatario narró anoche, ante representantes en el país del PNUD de las Naciones Unidas, que tuvo que salir por la parte trasera del Palacio Presidencial de Haití, debido a las protestas anti dominicanas que se escenificaron en zonas adyacentes al lugar donde estaba.
Aseguró que su comitiva fue emboscada por individuos armados que, apostados detrás de vehículos dispararon con ametralladoras e incendiaron un vehículo para impedir su retorno a República Dominicana.
Narró que pidió a su seguridad no disparar, porque si bajaban y disparaban existía el riesgo de que ocurriera una masacre “una situación fuera de control, que iba a generar una lamentable tragedia entre República Dominicana y Haití”.
Explicó que pudieron salir del trance porque fuerzas de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), se colocaron delante de la caravana presidencial, ametralladoras en manos, y escoltaron hasta la salida a los dominicanos.
Hay quienes piensan que el mandatario aprovechó el escenario en el que era reconocido por la solidaridad de su gobierno con el pueblo haitiano, para acallar las voces que en foros internacionales denuncian maltratos contra los inmigrantes del vecino país.
Sin embargo, el mandatario dejó claro en su discurso de anoche que esa actitud es cosa del pasado y fue producto del distanciamiento que existía entre las dos naciones, lo que ahora es distinto por el acercamiento y las gestiones conjuntas que se hacen para sacar a Haití de la postración en que quedó luego del devastador terremoto de enero de este año.
Recordó que además de ser el primer jefe de Estado que visita esa nación en 60 años, tiene una visión que busca instaurar en esfuerzos conjuntos, nexos profundos, y uno de los primeros pasos es la construcción de una universidad.
Explicó que ha sido testigo de la relación de las dos naciones en los últimos 14 años y de cómo las mismas han ido mejorando.
“En el 1998 hicimos la primera visita oficial que un jefe de Estado hacía a la hermana República de Haití. Dos pueblos que comparten la misma isla, y sin embargo, ningún presidente en 60 años había vuelto a visitarlos”.
“Y resulta que cuando efectivamente llegué a Puerto Príncipe, me provocó una gran curiosidad, la reacción del pueblo haitiano al paso de la caravana presidencial.
A nuestro paso el pueblo haitiano se quedó impávido, no volteaban a ver hacia atrás”, dijo.
Se estima en 400 mil los haitianos que residen en el país, la mayoría en condiciones de ilegalidad.
Tampoco la prensa internacional se hizo eco del ataque a la comitiva oficial dominicana, a pesar de que hubo disparos desde el lado de los manifestantes y de la seguridad del presidente Fernández.
El incidente se produjo, tras el mandatario dominicano concluir una visita oficial en la que se reunió con el entonces presidente haitiano Boniface Alexandre, para tratar temas bilaterales.
“Los hemos tolerado para demostrar que en Haití hay democracia. Si los repelemos es peor”, habría dicho el primer ministro Gerard Latortue a Fernández momentos antes de sugerir su salida por la parte trasera de la Casa de Gobierno de Haití.
Las protestas contra el mandatario dominicano fueron atribuidas por Latortue a una mala interpretación de las declaraciones que días antes había ofrecido Fernández a un corresponsal de la BBC de Londres, en Puerto Príncipe.
Las protestas obligaron a Fernández adelantar su viaje y dejar a media la agenda que habían coordinado los cancilleres.
Solidaridad
La representante local del PNUD, Valerie Julliand, afirmó que "nunca" en sus 17 años como miembro del cuerpo humanitario de la ONU había observado "un pueblo tan solidario" como el dominicano. El PNUD reconoció el "impulso y liderazgo" que canalizó el Presidente Fernández a favor de los haitianos.
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